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Marchan en Tlapa padres de normalistas desaparecidos y celebran una misa en su memoria

*Demandan la presentación de los 43 estudiantes desaparecidos y justicia para el activista Antonio Vivar. En la homilía piden por la verdad para las familias

Carmen González Benicio

Tlapa

Padres de los 43 normalistas desaparecidos, el Movimiento Popular Guerrerense (MPG), el Consejo de Comunidades Damnificadas, organizaciones sociales, estudiantes y vecinos caminaron en la ciudad a un año de la desaparición forzada y asesinato de los jóvenes de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre en Iguala.
Los manifestantes pidieron justicia ante el asesinato del activista del MPG Antonio Vivar Díaz y los desaparecidos en el estado, así como castigo a los autores materiales e intelectuales de la desaparición de los 43.
La salida programada a las 10 de la mañana inició a las 11:30 del seminario Tonatzin, ubicado en la comunidad de Tlaquilzinapa, a media hora de esta cabecera municipal donde llegaron con pancartas, mantas y un carro de sonido.
Al llegar a la entrada de Tlapa en el mercado Un Nuevo Horizonte para Guerrero se unieron jubilados y pensionados, la Organización de Pueblos Indígenas de Guerrero (OPIG) como parte de la Coordinadora nacional Plan de Ayala Movimiento Nacional (CNPA-MN) y colonos de Loma Bonita, Zapata, Tepeyac, Aviación, los colectivos Abre tu Mente, El Grito, algunos integrantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, entre otras.
Al frente de la marcha iba Calixta Valerio Galeana, la mamá del joven me’phaa Mauricio Ortega Valerio, de la comunidad de Montealegre del municipio de Malinaltepec y el hermano del nahua Magdaleno Lauro Villegas, de Tlatzala en este municipio.
Se vio a estudiantes de la escuela Normal Regional de La Montaña, de la preparatoria número 11 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), del Instituto Tecnológico Superior de la Montaña, integrantes del Consejo de Damnificados de la Montaña y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y su licenciatura en Desarrollo Comunitario Integral.
El mitin en el Zócalo fue breve con la participación de la mamá Calixta Valerio, quien habló en me’phaa y dijo que ya era un año de no saber de su hijo, un año de dolor en el que las autoridades no le decían nada y que su familia se había fracturado con la desaparición de su hijo.
Habló Avertano, el hermano de Vivar Díaz quien lamentó que los policías federales le hayan quitado la vida cuando él se movilizaba porque entendió el dolor de los padres y se sumó a la exigencia de traerlos vivos, “mi hermano no alcanzó a cumplir el año en su objetivo de encontrar a los normalistas y tener justicia para los padres”.
Llamó a seguir luchando por la presentación de los 43 normalistas y por justicia para su hermano.
El representante del Consejo de Damnificados dijo que los padres tienen el apoyo de los 13 municipios y de las 180 comunidades, y que Eleucadio Ortega padre de Mauricio era un ejemplo a seguir de lucha, porque desde que desapareció su hijo se ha convertido en un defensor de los derechos humanos, “las mujeres y hombres de La Montaña son hombres de lucha y resistencia ante las injusticias”.
La estudiante de la Normal llamó a continuar luchando y que el caso Iguala sólo fue el detonante de lo que se vive en el país, donde no hay justicia, y gritó: “cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra temblaran los poderosos, de la costa hasta la sierra”.
La OPIG llamó seguir exigiendo justicia y a unirse, dejar los miedos ante los que esperan que todos se queden callados.
El mitin concluyó frente al Ayuntamiento y el contingente salió rumbo a la catedral de San Agustín, donde hubo una misa de tres ministros por la paz, en demanda de la presentación de los 43 normalistas y por la verdad para las familias.
En la homilía los tres sacerdotes hablaron de la justicia, la paz y la violencia y que éstas no pueden estar juntas, ya que la paz representa la plenitud de la vida.
Dijeron que los padres de los normalistas están en su derecho de pedir la verdad y que el Evangelio plantea que se tienen que despojar de la mentira, y que los sistemas se ajusten a la dignidad de los seres humanos, por lo que era necesario orar por la paz.
Pidieron específicamente que se atiendan las demandas de las organizaciones sociales y se esclarezcan los ataques a los normalistas, así como por la familia del estudiante Mauricio Ortega, quien estuvo en representación de los padres.

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