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Muere de diabetes un policía del grupo contra normalistas; sus jefes no le permitieron ir al médico

Carlos Moreno A. / Brenda Escobar

Luego que desde el pasado miércoles se sintió mal por la diabetes y el subsecretario de Operación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Tomás Hernández, junto el secretario, Pedro Almazán, le negaron el permiso de acudir al médico hasta el sábado, ayer murió el policía del estado Jesús Jiménez Villa, que formó parte de los antimotines que en el libramiento a Tixtla impidieron el paso a los normalistas y padres de Ayotzinapa a Chilpancingo el martes 22.
En Zihuatanejo y Acapulco, los agentes policiacos mostraron indignación por la negligencia y abuso de autoridad de los mandos policiacos, además de que en el funeral, Jiménez Villa fue despedido de cuerpo presente afuera del cuartel policiaco en Acapulco en plena calle y no dentro de las instalaciones.
Según fuentes de la SSP del estado, así como policías consultados, Jiménez Villa estaba adscrito a la coordinación regional de Acapulco, dirigido por el comandante Reynaldo Valente Guatemala, quien lo comisionó desde el lunes junto con más de 30 policías a Chilpancingo y Tixtla por las movilizaciones de los normalistas que realizarían a un año de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Se informó que Jiménez Villa formaba parte, junto con 300 policías, del retén que está por el túnel del Libramiento a Tixtla, y que comenzó a sentirse mal el pasado martes cuando ocurrió la confrontación con estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, luego de que los antimotines les impidieran el paso rumbo a Chilpancingo.
Jiménez Villa, quien estaba enfermo de diabetes y tenía 25 años en la corporación, solicitó un permiso para acudir al médico al subsecretario de Operación Policial, Tomás Hernández y a los comandantes de agrupamiento, pero le fue negada la solicitud por órdenes del secretario Pedro Almazán, denunciaron los policías del estado.
Según las fuentes, en vez darle el permiso para que acudiera al médico, a Jiménez Villa sólo le fue permitido regresar al cuartel en Chilpancingo, donde lo mantuvieron acuartelado y acostado en una litera.
Fue el sábado, cuando al ver lo grave de salud de Jiménez Villa, le permitieron acudir a su médico familiar en el ISSSTE en Acapulco, donde se informó que fue internado, pero ayer en la madrugada falleció, debido a las complicaciones de la diabetes que sufría y lo tardío de la atención médica, tras negársele el permiso para acudir al médico.
Ayer por la mañana, Jiménez Villa fue despedido por sus compañeros en el cuartel de la Policía del Estado en Acapulco ubicado a un costado del reclusorio, pero dicha despedida fue en plena calle de la colonia Libertadores, afuera del cuartel y no dentro de las instalaciones como comúnmente se realiza.
Se informó que a la despedida de cuerpo presente y último pase de lista de Jiménez Villa, acudieron unos 50 agentes policiacos, y no acudió su coordinador regional, el comandante Guatemala.
Se buscó al coordinador regional en Acapulco, el comandante Guatemala, pero se negó a contestar las llamadas y no permitió el acceso al cuartel policiaco.
En Acapulco, los agentes policiacos mostraron su indignación y mediante un mensaje enviado en una red social invitaron “a alzar la voz, no con marchas, ni paro, pero sí a exponer está situación, dejemos a un lado el miedo”, y “hoy fallece nuestro compañero por negligencia y abuso de autoridad de los diferentes mandos pues fue tarde la autorización de los jefes”.
Culparon a los jefes policiacos, Pedro Almazán y Tomás Hernández, así como al comandante Reynaldo Valente Guatemala de “tener que rogarles por un permiso para atender nuestra salud, se les olvida que tenemos familia y somos padres”.

Inconformidad en Zihuatanejo

Mientras que en Zihuatanejo, los agentes policiacos denunciaron que Jiménez Villa resultó lesionado en el choque que los uniformados tuvieron con estudiantes de la Normal de Ayotzinapa el martes 23 de septiembre cuando pretendían salir de Tixtla a Chilpancingo.
La molestia, se explicó, es porque sus jefes superiores, incluyendo el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, minimizaron el deceso “como si hubiese muerto un perro”.
Los policías estatales asignados a Zihuatanejo dijeron que en este municipio “nos quedamos muy poquitos” porque la mayoría de sus compañeros recibieron la orden de trasladarse a Iguala para, en caso de necesitarse, contener a los manifestantes por el caso Aytozinapa.
Dijeron que todos los policías estatales, desde hace 20 días están acuartelados, no hemos tenido día de descanso porque así han sido las órdenes del secretario Pedro Almazán, a muchos de nuestros compañeros nos mandaron a enfrentarnos con los normalistas para que no salieran de Tixtla el martes pasado, otros están en Chilpancingo y así nos cargan”.
Uno de los uniformados dijo que en ese choque el martes, su compañero, el oficial Jesús Jiménez Villa, quien iba en el grupo de policías antimotines, resultó con lesiones a consecuencia de los golpes que recibió en la trifulca, y horas más tarde se sintió mal pues era diabético, pero no tuvo el permiso por parte de sus jefes inmediatos para que recibiera atención médica hasta que verdaderamente lo vieron mal de salud, e ingresó al Hospital del ISSSTE en Acapulco donde falleció este domingo por la madrugada.
“Hay mucha inconformidad, nos están mandando a golpear a los maestros, a los normalistas, tenemos 20 días sin salir de francos, nos obligan a vigilar entre los montes arriesgándonos a cualquier peligro, sin ningún refugio de la lluvia y encima de eso, no nos pagan nuestro bono de riesgo, ya nos dijeron que no hay franquicia para nadie y que así nos paremos de cabeza, no hay bono de riesgo”, dijo un policía que pidió omitir su nombre.
Uno de los policías comentó que lo que más les indigna es que, Jesús Jiménez, “fue despedido en plena calle, ningún jefe de Seguridad Pública tuvo la atención de estar presente, para ellos, su muerte fue como si se hubiera muerto un perro o cualquier animal”.

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