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Es momento de llamar a cuentas al gobierno mexicano en el ámbito internacional: Abel Barrera

*La población está al límite de la tolerancia por la forma en cómo las autoridades tratan los casos graves de violaciones a los derechos humanos, advierte durante la visita de la CIDH a Ayotzinapa

Lourdes Chávez

Tixtla

“Se está llegando al límite de la tolerancia” para el gobierno debido a la crisis por la desaparición forzada de 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa y 25 mil desaparecidos en el país, advirtió el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
Tras la visita de los integrantes y directivos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a Ayotzinapa, el defensor estimó que éste es el momento preciso para colocar todos los temas en el ámbito internacional y llamar a cuentas al gobierno mexicano.
Aseguró que la visita de la CIDH al país reflejará todos los conflictos en su informe el próximo año, y el gobierno mexicano tendrá que rendir cuentas a nivel internacional.
Recordó que desde la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, ocurrido el 28 de junio de 1995, los integrantes de la Comisión vuelven a Guerrero a documentar violaciones graves de derechos humanos.
“Viene ahora por el caso Ayotzinapa, creo que es una nueva etapa que enmarca la presencia de la CIDH, porque estamos en el límite de la tolerancia de la forma en cómo están tratando los casos graves de violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno mexicano”, agregó.
Destacó que los padres de los 43 desaparecidos encontraron respuestas en los organismos internacionales, porque ya no confían en las instituciones del país.
Esta intervención “está marcando un hito, y es la justicia en el ámbito de las instancia internacionales con la CIDH y la ONU, donde se espera revertir el clima de impunidad y falta de atención a las víctimas”, añadió.
Contrastó el diálogo de los padres de los desaparecidos con el presidente Enrique Peña Nieto el jueves pasado en la Ciudad de México, con la reunión de ayer, de los integrantes de la CIDH en la Normal Rural de Ayotzinapa, a donde acudieron la presidenta Rose-Marie Belle Antoine, el vicepresidente, James L. Cavallaro, y el secretario técnico Emilio Álvarez Icaza.
Estuvieron casi una hora a puerta cerrada con los padres en el auditorio de la Normal y recorrieron unos momentos las instalaciones de la escuela.
“Creo que este diálogo (con los integrantes del organismo internacional) es muy diferente al que se dio con Peña Nieto, un diálogo cercano de mucha confianza, donde la voz de la víctima ocupa el lugar central de la mesa, y donde sobre todo el dolor, el sufrimiento, está la esperanza cobijada por este grupo”, expuso.
Lamentó que las autoridades mexicanas no hayan aprendido a escuchar a las víctimas, a hacer a un lado todos los intereses de las instituciones de procuración de justicia y poner en primer plano a quienes exigen la presentación con vida de sus hijos.
Para llegar a la verdad, reveló que la CIDH y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), insisten en la investigación al Ejército en los ataques del 26 y 27 de septiembre en Iguala, donde seis personas fueron asesinadas, tres de ellas estudiantes, 43 desaparecidos y de una veintena de heridos, de los que dos siguen graves.
Indicó que Rose-Marie Belle les dijo había posibilidades de entrevistarse con integrantes del Ejército, tras la reunión con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y otros funcionarios del gobierno federal, el lunes en la ciudad de México.
Informó que en la reunión de los padres con el presidente Peña la semana pasada, la experta Ángela Buitrago habló de la necesidad de la reunión del GIEI con soldados del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala.

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