Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Evitan la inundación de sus casas los reubicados en la capital que no atiende la constructora

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

La tormenta tropical Marty combinada con la mala atención de la empresa encargada de construir las casas de los damnificados en el terreno El Mirador, en Chilpancingo, provocó que, por segunda vez se tapara el drenaje donde se ubican las primeras 47 casas.
El líder de los damnificados, Alberto Bautista explicó que a las 9:30 de la noche de este martes la lluvia comenzó a caer con mayor intensidad, por lo que iniciaron a monitorear el pasillo que comunica a las viviendas habitadas.
Durante las primeras lluvias provocadas por la tormenta Marty, los damnificados habían denunciado la falta de atención al drenaje de sus casas, pero las autoridades no limpiaron para evitar que se repitiera el problema.
Las alcantarillas instaladas por la empresa constructora se taparon con la tierra del muro de contención que se construye a pie de las casas, y para las 10:30 de la noche el agua estaba apunto de entrar a las primeras cuatro casas del conjunto.
Ante la inminente inundación, los damnificados se alertaron entre sí para buscar un cause al agua estancada, por lo que se coordinó un abrigada que abrió al final del pasillo un canal para encauzar el agua.
Los damnificados comenzaron a llamar a Protección Civil estatal, que no acudió; más tarde se presentaron policías del estado para ayudar; y minutos después llegaron los socorristas de Protección Civil municipal.
Damnificados y socorristas quitaron, a pico y pala, un montículo de tierra que estaba al final del pasillo y que evitaba que fluyera el agua que se anegaba en el pasillo; trabajaron así hasta las 12 de la noche.
Un vecino reubicado que vivía en la barranca de Tezuapan, José Luis Octaviano Guerrero recordó el terror que le causó ver cómo las casas de sus vecinos eran sepultadas por el cerro que se derrumbaba.
Explicó que el ser reubicados en el terreno El Mirador significaba para él y su familia seguridad, pero se topó con la realidad de que no pueden vivir con tranquilidad.
“Estábamos sentados viendo la televisión, hasta que vino nuestro líder y nos alertó que otra vez se estaba inundando el pasillo; cuando salimos a revisar nos dimos cuenta que el agua estancada ya tenía una altura de 20 centímetros”, agregó
Relató que al ver como aumentaba el nivel del agua, los niños también recordaron lo ocurrido en 2013 durante la tormenta tropical Manuel, cuando tuvieron que dejar sus pertenecías y sus casa, y salir de manera inmediata para evitar algún accidente mayor.
“No es lo mismo que sucedió, no es la misma intensidad, pero nos hace recordar que si nos venimos a vivir para acá era para estar seguros y no preocuparnos de estos problemas”, detalló.
Los afectados explicaron que la empresa constructora pretende hacer una calle pavimentada donde termina su pasillo, dejando a desnivel las casas, lo que evitaría que el agua de la lluvia escurra con libertad.
Pidieron que se baje el nivel de la calle para que haya un declive que evite la inundación del pasillo.
“Ahora, resulta que tenemos que caminar entre el agua para ir a comprar algo; primero lidiamos con el lodo y ahora esto”, agregó una vecina.
Durante la visita, los damnificados pidieron nuevamente que se revisen sus casas, y mostraron una a una las filtraciones de agua en los apagadores de focos y enchufes de las paredes.

468 ad