Subió la laguna de Coyuca más de un metro dentro de las enramadas antes de que vecinos abrieran la barra
Karla Galarce Sosa
Medio metro de lodo y lirios acuáticos dejó la lluvia y provocó la inundación de al menos 450 casas y negocios en poblados asentados a la orilla de la laguna de Coyuca. El martes por la mañana, cuando la laguna alcanzó su máximo nivel, la barra fue abierta por vecinos, para salvar sus pertenencias.
En un recorrido en los poblados de Playa Azul y La Barra, los vecinos coincidieron en que el nivel del agua alcanzó más de un metro de altura durante una noche, en donde habitualmente hay enramadas, sillas, mesas y pangas.
En Playa Azul aún se observa el abandono de las viviendas que fueron azotadas por las marejadas el 2 de mayo. La carretera fue destruida por olas y fue reconstruida por vecinos, pero sus casas y negocios están deteriorados, semidestruidos y en ruinas. No obstante, algunas familias volvieron, pero el lunes por la noche sus casas fueron inundadas del lado de la laguna.
La vecina Claudia Gómez Abarca, cuya propiedad está cerca de la iglesia en Playa Azul, dijo que el lunes en la noche estuvo en vela, porque el restaurante donde se alojaron ella y su familia se inundó durante dos días. Ayer con la apertura de la barra, el agua disminuyó unos 20 metros del negocio y limpió mesas para atender a comensales, pero por el mal tiempo no llegaron, dijo.
Mientras era auxiliada por sus vecinos en la limpieza, Claudia Gómez dijo que algunas familias regresaron a sus negocios que colindan con la laguna, ya que el Ayuntamiento cerró el albergue donde vivieron más de tres meses después de las marejadas.
Con el paso del huracán Marty degradado a perturbación, el nivel del agua alcanzó la zona de restaurantes en Playa Azul, cubrió los muelles del poblado La Barra y obligó a los propietarios de enramadas a retirar su mobiliario.
Sin embargo, no dejó opciones de vivienda para las familias de Playa Azul, pues por un lado tienen el mar y por el otro el canal que conecta con la laguna de Coyuca.
El panorama en Playa Azul es de abandono, la mayoría de las casas tienen arena en su interior y sus cimientos quedaron expuestos desde mayo.
Se observó que los trabajadores del hotel Bungalows Paraíso de Playa Azul sacaban el agua de la alberca con una bomba, otros arrastraban los lirios a una carretilla, ya que el nivel del agua cubrió la alberca hasta el estacionamiento, dijeron.
El camino a Bungalos Playa Azul fue reconstruido con tierra y escombros, ya se puede llegar a la barra pero pocos carros llegan al pueblo.
En el poblado de La Barra, el prestador de servicios turísticos, Adrián Téllez de los Santos sacaba el lodo de su negocio. El incremento en el nivel del agua dejó lirios y ramas que retiraron sus hijas, quienes lavaban el piso con una manguera.
Téllez de los Santos dijo que los vecinos que viven en la parte baja de los barrios de Coyuca abrieron con palas la barra de arena que dividía la laguna con el mar, porque el volumen del agua afectó las viviendas.
“Si se deja dos o tres días más, el agua hace destrozos porque es como una vejiga que revienta sin control”, dijo.
Dijo que el agua rebasó el área de mesas en su negocio y cubrió el pequeño muelle donde ancla sus pangas.
Agregó que durante la apertura de la barra quitó mobiliario para evitar que la fuerza arrastrara mesas y sillas de su negocio, que le ha permitido sobrevivir.
La apertura de la barra no sólo significó pérdidas para algunas familias, también algunos pescadores colocaron sus atarrayas para pescar.