Pumas rescata empate 2-2 en su visita a Monarcas
El larguero evitó que Pumas viviera su cuarta derrota del torneo, se quedó a centímetros de ser víctima de sus errores.
Después de desperdiciar casi todo el segundo tiempo y de facilitarle a Morelia la vía para sus anotaciones en el primero, casi en el último suspiro del juego los felinos se salvaron de caer en el Estadio Morelos, al rescatar un 2-2 ante Monarcas.
Justo al 89’, el sudamericano Jefferson Cuero tuvo la escopeta para cazar al Pumas, con el portero Alejandro Palacios ya vencido, con la afición michoacana de pie a punto del alarido y con la necesidad de sumar de a tres para respirar en el lío del descenso, pero mandó su disparo al travesaño y repitió así la historia de toda la campaña para el conjunto michoacano.
Pero todo lo propició Pumas por dos factores: las fallas en su sector defensivo y la ausencia de claridad a la hora de definir en la segunda mitad.
Los auriazules se apropiaron del cotejo a los 14 minutos, al regalarles Monarcas una pena máxima, luego de la falta de Juan Pablo Rodríguez a Fidel Martínez. Eduardo Herrera cobró y puso el 1-0.
Y aquí vino el primer síntoma de sabotaje de la visita a su juego. El portero Alejandro Palacios no controló ni rechazó el balón en un cobro de Juan Pablo Rodríguez de tiro libre y terminó por enviar el esférico a su meta.
Después, Gerardo Alcoba le perdió la marca a Miguel Sansores y éste de cabezazo hirió al cuadro felino. Dos flechas que evidenciaron la falta de concentración de Pumas en la táctica fija.
Aún tuvo la gracia de empatar por la dinámica que conservó en sus volantes Ismael Sosa y Fidel, y la serenidad que tuvo Herrera para cruzar con un remate a Cirilo Saucedo.
Pero esa calma fue la que faltó en el complemento, cuando gozó de espacios, se apropió del balón y piso cuanto quiso el área michoacana.
Sin sincronía para definir, Pumas recurrió a los relevos Dante López y Alfonso Nieto, pero el primero se encargó más de tapar la salida de Morelia por el costado izquierdo que de buscar balones arriba.
Y cuando por fin el esférico fue hacia la cabaña de Monarcas, sus defensas y su guardameta, Cirilo Saucedo, se multiplicaron para sacar el veneno de su área.
Por no resolver un juego que tuvo en su poder, Pumas estuvo cerca de un castigo final.
Un punto sin sabor para los dos equipos. (Luis Homero Echeverría / Agencia Reforma / Morelia).