Marchan maestros y apedrean la zona militar en Chilpancingo a 47 años de la masacre de Tlatelolco
Recuerdan la responsabilidad del Ejército en la matanza de estudiantes en la Ciudad de México en 1968 y en Iguala contra los normalistas de Ayotzinapa en 2014. Rompen vidrios en el Congreso local y en un módulo de la Sagarpa
Zacarías Cervantes
Chilpancingo
Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) disidentes de la fracción que dirige Ramos Reyes Guerrero, e integrantes de Organizaciones Sociales marcharon ayer en esta capital y apedrearon los accesos de las instalaciones de la 35 Zona Militar, rompieron cristales en el Congreso local y en un módulo del almacén central de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La movilización, que salió del Zócalo de la capital a las 11 y media de la mañana y terminó con un mitin a las 2 de la tarde afuera del Palacio de Gobierno, fue para recordar el 47 aniversario de la masacre estudiantil de 1968 en Tlatelolco, Ciudad de México.
En el trayecto de la marcha los manifestantes demandaron castigo a los responsables de las víctimas de la masacre de 1968, a las víctimas del 26 y 27 de septiembre del 2014 y la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Los maestros de la CETEG, del Frente de Defensa Popular (FDP), egresados de las normales públicas, y agremiados al Sindicato Único de los Colegios de Bachilleres (Sutcobach) salieron del plantón que mantiene la CETEG en el Zócalo de la ciudad y tomaron una ruta distinta a la que han tomado en marcha anteriores.
Esta vez, la marcha salió del centro de la ciudad y bajó por la calle Morelos hasta llegar a la calzada Defensa Nacional, que lleva a la puerta 3 de las instalaciones de la 35 Zona Militar, pero una cuadra antes de llegar al acceso doblaron en sentido contrario por la calle prolongación Valerio Trujano rodeando el cuartel militar.
En ese trayecto, la dirigente del FDP, Clemencia Guevara Tejedor, a través del aparato de sonido que iba al frente de la marcha, recordó que en la masacre de 1968 participaron soldados del Ejército mexicano vestidos de civil, igual que en el ataque que sufrieron los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa la noche 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala.
El contingente de más de mil inconformes coreaba las consignas “Fue el Estado”, y “2 de octubre no se olvida”.
Mientras, Guevara Tejedor acusaba al Ejército, manifestó que se ha comprobado mediante las masacres del 68 y del 26 y 27 de septiembre en Iguala que el Ejército actúan por órdenes y dan protección a las bandas delictivas. Además acusó al Ejército que en vez de cuidar al pueblo desaparece a estudiantes como en el 68 y el 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala.
Al llegar a las puertas 1 y 2 de las instalaciones de la 35 Zona Militar que se encuentran en el bulevar Vicente Guerrero, la vanguardia de la manifestación comenzó a arrojar piedras a las rejas. A diferencia de otras ocasiones no había militares visibles resguardando las instalaciones, pero los accesos permanecieron cerrados.
Frente a la puerta 1, los manifestantes permanecieron unos 20 minutos, en lo que se realizó un mitin. Ahí, uno de los oradores de la CETEG denunció que en 1968 los militares se vistieron de civiles para matar a los estudiantes y que, igual, el 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala, “estuvieron presentes con su uniforme y sus camionetas con el logotipo del Ejército mexicano”.
Advirtió que, por eso “no los vamos a dejar descansar y seguiremos manifestándonos, porque estamos cansados los guerrerenses y los mexicanos de que este Ejército se dedique a reprimir, y por otra parte diga que son la salvación”.
Dijo que los militares, la guerra que deben emprender no es en contra de los que se manifiestan, porque estos solamente buscan justicia, sino en contra de los que ocasionan la violencia, y les reclamó que, por ejemplo, el jueves asesinaron a uno de sus compañeros maestros en Chilapa “y el Ejército no hizo nada”, el reclamo fue por el asesinato del director de la telesecundaria de la comunidad de Ocuituco, municipio de Chilapa, Alberto Román Cortez, quien fue asesinado a balazos cuando se dirigía a su centro de trabajo.
Mientras tanto, la dirigente del FDP, Guevara Tejedor reprochó que si alguno de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos fuera hijo de algún militar, del presidente de la República, o de algún banquero, “les aseguro que estarían moviendo cielo, tierra y mar para encontrarlo, pero como son hijos del pueblo, hijos de campesinos, no hacen nada por encontrarlos”.
Dijo que, por eso “nos queda claro que el Estado es el responsable, junto con sus fuerzas represoras, de los hechos de Iguala el año pasado, así como de la masacre de 1968 en la ciudad de México, mientras que los sicarios andan paseándose por las calles de esta capital y ejecutando sin que les hagan nada”.
Durante el mitin en la puerta 1 de la 35 Zona Militar, algunos de los manifestantes arrojaban piedras hacia las rejas y hacia adentro de las instalaciones militares. Después del mitin, la marcha siguió por el carril de baja velocidad de norte a sur en sentido contrario. Al frente caminaban unos 15 maestros cubiertos del rostro, algunos con palos y tubos, otros con resorteras. Unos 200 metros adelante de las instalaciones militares, arremetieron contra un módulo de seguridad de la Sagarpa al que, a pedradas, le rompieron los vidrios.
El contingente pasó por el Congreso local, donde también, algunos de los manifestantes arrojaron piedras a los vidrios. En esta ocasión, no hubo policías de Seguridad Pública resguardando el inmueble. Atrás de los edificios, sólo se vieron unos 15 policías antimotines que no intervinieron.
Aquí los manifestantes sólo se quedaron unos 10 minutos y la marcha continuó en el Bulevar Vicente Guerrero, pero luego doblaron hacia el Palacio de Gobierno, en donde los manifestantes participaron en un mitin que duró una media hora.
La puerta principal del Palacio de Gobierno estaba cerrada, debido a que desde la mañana jubilados y pensionados del gobierno del estado llegaron a protestar y bloquearon el acceso principal.
Durante el mitin, los manifestantes se fueron retirando en grupos, o uno a uno, hasta que, al final, solamente quedaron unos 100 de ellos, que también se dispersaron en distintas direcciones.