Sí puede causar la muerte una respuesta atípica al chikungunya, asegura infectóloga

En el simposio de la AMES, la especialista venezolana Rosa Khali precisa que hace un año en su país, por cada mil personas infectadas de ocho a diez personas fallecieron

Abel Salgado

La médico internista infectóloga de Venezuela, Rosa Khalil Bittar, afirmó que sí hay mortalidad atípica por chikungunya, aunque desconocía el número de muertes en México.
En el simposio de la Asociación Mundial para la Excelencia en la Salud (AMES), precisó que hace un año en su país, cuando el virus transmitido por el mosquito aedes aegypti llegó a uno de sus puntos más altos, por cada mil personas infectadas de ocho a diez personas fallecieron.
La integrante de la sociedad de infectología en Venezuela dio la ponencia Dengue en las Américas, pero reconoció que por insistencia de los asistentes habló sobre el chikungunya.
Del dengue dijo que es una enfermedad que no se debe dejar de atender, “el dengue es más mortal, sin embargo si no te mueres, por decirlo así, la mortalidad es del 2 al 3 por ciento, que son los más severos, pero si no te mueres, se te pasa y ya”.
Sin embargo, expuso que la chikungunya sí es mortal, aunque en un procentaje más bajo que el dengue hemorrágico, pero su efecto es incapacitante por mayor tiempo que el dengue.
Dijo que por las condiciones de temperatura, México tienes regiones que son ideales para el mosquito. Mencionó las condiciones insalubres en ciertas regiones, como ocurrió en Venezuela, donde la gente guarda agua en contenedores.
La especialista en enfermedades infecciosas reiteró que para disminuir los casos del virus, se debe concientizar a la población del correcto abastecimiento del agua, además de la limpieza y también la participación de las autoridades de salud, locales y regionales.
Contó que hace un año, en Querétaro, en la edición número dos del simposio de la AMES, en octubre dio una conferencia con el tema Chikungunya, debido a que en varios países de Latinoamérica, entre ellos Venezuela y Colombia, se registraron brotes de la enfermedad, “en ese momento se empezaban a oír casos en México, en nuestra región al menos tenía un par de años”.
Contó que hace un año, los asistentes veían con extrañeza la enfermedad y alertó de la posible llegada del virus.
Destacó que debe existir respuesta por parte del gobierno, ante la participación de la población, “por más ganas que tenga la gente, ¿quién los fumiga, quién saca el agua sucia, quién evita que se tapen las alcantrarillas? Ahí viene la parte del gobierno”.
De la mortalidad del virus chikungunya, manifestó que se pierde sodio, potasio y magnesio. A partir del déficit de minerales, puede complicarse la enfermedad, “si el virus sigue progresando, te bajan mucho las plaquetas. Por poner un ejemplo, empiezas a sangrar y no se te restituyen las plaquetas y  no se te restituyen los líquidos, te empieza a sangrar otra parte del cuerpo, ahí te mueres”, aunque puntualizó que la tasa de mortalidad es baja, por chikungunya las personas sí pueden morir.
Y retomó lo dicho en su país hace un año “hubo un repunte de mortalidad más allá de lo normal, de 0.8 a 1 por cada mil habitantes”.
La catedrática de la Universidad Central de Venezuela expuso que por la similitud del cuadro inicial con el dengue, se deben hacer estudios de sangre para determinar si la persona que murió fue por chikungunya.