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Se enfrentan a golpes en una riña tlacololeros de los barrios de San Mateo y San Francisco de Chilpancingo

*Reportan diez danzantes lesionados en la víspera de la fiesta de San Francisco de Asís

María Avilez rodríguez

Chilpancingo

En la conmemoración de la fiesta patronal de San Francisco de Asís, tlacoloreros de los barrios de San Mateo y de San Francisco se enfrentaron a golpes, con piedras y palos, dejando un saldo de 10 danzantes lesionados y daños materiales.
Este sábado familias se reunieron como cada año en la iglesia de su santo patrono, San Francisco, en el barrio del mismo nombre en Chilpancingo. Mientras se celebraba la fiesta, se enfrentaron tlacololeros del barrio de San Mateo con los de San Francisco.
De acuerdo con versiones recabadas en el lugar, estos barrios tienen viejas rencillas, además de que la mayoría de los involucrados en la pelea estaban alcoholizados.
Alrededor de las 7:40 de la tarde, los tlacololeros danzaban en la plazuela de la iglesia como cada año, frente a niños, mujeres y adultos mayores. La música comenzó a tocar y los tlacololeros bailaron e intercambiaron chirrionazos, hasta llegar a la confrontación.
Lo que era una celebración de alegría, música y convivencia, cambió a golpes y destrozos. Los danzantes de los barrios de San Francisco y de San Mateo se golpeaban y tiraban piedras, mientras que el público corría despavorido e intentaba ocultarse para evitar golpes.
Los organizadores de la fiesta intentaron llamar a la cordura, pero los danzantes no hicieron caso y continuaron agrediéndose. En un recorrido se constató que un tlacololero convulsionaba por una pedrada que recibió en la cabeza y fue trasladado a la Cruz Roja por personas que estaban en el lugar.
Tres jóvenes golpearon a otro que tenían tendido en el piso con palos, hasta tirarle varios dientes. Algunos danzantes se escondieron en casas particulares mientras aumentaba la cantidad de heridos; algunos vehículos que estaban estacionados en el lugar resultaron dañados a causa de las pedradas. La gresca duró aproximadamente media hora.
También se constató que la mayoría de los danzantes iban con botellas de mezcal, lo que se acostumbra dar en las fiestas patronales. Tanto los socorristas de la Cruz Roja como la policía llegaron una hora después del enfrentamiento.
A los pocos policías que resguardaron la celebración, los asistentes les pidieron que intervinieran, pero se limitaban a responder: “tranquilos ahorita vienen los antimotines”. Al ver la riña decidieron no meterse, y pocos minutos después se retiraron. Posteriormente, regresaron y argumentaron que se fueron de ahí para evitar que les quitaran las armas de fuego que portaban.
En el micrófono, uno de los organizadores manifestó que, “hoy volvimos a constatar que cuando los ciudadanos necesitan a la policía jamás apoyan, y los pocos que están temen enfrentarse, entonces qué clase de policías tenemos, hacemos un llamado a las autoridades para que solucionen este problema que afecta a los capitalinos”. No hubo detenidos.
Al finalizar el enfrentamiento, la fiesta continuó, algunas familias continuaron ingiriendo bebidas embriagantes, y otras que no presenciaron los hechos recorrieron la feria que está instalada afuera de la iglesia del santo patrono. En el asfalto de la plazuela quedó la sangre de los heridos.

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