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Rodolfo Escobar, Dimayuga y Zeferino, nombres que sonaron en el desfile laboral

No faltaron los “gracias señor”… para el presidente municipal o el gobernador. Abizaid, otro que estuvo cerca de ser protagonista

Rodolfo Escobar, Dimayuga y Zeferino. El del 1 de mayo, el desfile del Día del Trabajo en Acapulco, fue un desfile personalizado: el sindicalismo oficialista, ex monopolista de este día, en una severa crisis de identidad y de credibilidad, hizo bloque tras el líder de la sección 12, Rodolfo Escobar; día del repudio a la Ley Dimayuga por parte del magisterio, y a su promotor, el diputado local por el PRD, Mariano Dimayuga, en el presídium; jornada de consignas de apoyo de los mismos maestros al precandidato del PRD al gobierno del estado, Zeferino Torreblanca Galindo.

Otro que se salvó de ser un protagonista del desfile fue el director de la Policía Preventiva, Roberto Abizaid, quien intentó desalojar a los maestros universitarios Rogelio Ortega y Rosa Icela Ojeda, quienes repartían un volante en apoyo a Zeferino Torreblanca. Un firme recordatorio del primero de los vínculos del jefe policiaco de un gobierno municipal perredista con Mario Arturo Acosta Chaparro y con Agustín Montiel –los dos presos, uno en el Campo Militar y otro en La Palma por delitos de narcotráfico– hicieron que Abizaid se desistiera.

Marcha donde no faltaron los “gracias, señor presidente municipal”, ni los “gracias, señor gobernador, por su apoyo”, de parte de los sindicatos de burócratas. Marcha donde el contingente de trabajadores del IMSS, unos cuatro mil, protestaron contra la iniciativa del gobierno federal de modificar su programa de pensiones y jubilaciones.

El del sábado fue un desfile de unas dos horas y media, que abrió el alcalde Alberto López Rosas en el estilo de la escuela priísta. Del brazo del ex presidente municipal y ahora secretario estatal de Desarrollo Económico, Juan Salgado Tenorio, y el dirigente de la CTM en la entidad, José Luis Torreblanca, y tras él un centenar de viejitos, beneficiarios del programa de pensiones AMA.

El desfile fue la ocasión para que el dirigente cetemista Juan José de la Torre, orador oficial del menoscabado contingente obrero, hiciera una defensa de Rodolfo Escobar, el regidor del municipio y dirigente de los trabajadores hoteleros que mantienen un paro laboral en el hotel Continental Emporio, en demanda de la reinstalación de dos trabajadores, uno de ellos acusado de robo.

Escobar y el contingente de su sindicato no asistieron al desfile, por estar en ese momento en paro ante el hotel. De la Torre comparó la movilización del sindicalista con la lucha obrera de Cananea. Durante los 20 minutos que estuvo arengando a los marchistas desde el presídium, la mayor parte la ocupó en la defensa de Escobar, un regidor con la mayor nómina de empleados, con mínimas intervenciones en cabildo y siempre en respaldo del alcalde López Rosas que sin embargo aparece de pronto como un terco defensor de los derechos laborales, declarando una huelga en el Hyatt en defensa de un empleado, y parando el Continental, que le costó ya la petición de desafuero de los dirigentes hoteleros y de la Canaco.

De los contingentes cetemistas –unos 2 mil, entre todos– tampoco marchó el de la sección 20 que dirige Javier Gutiérrez, aunque sí el de Lucino Loyo, quien perdió la elección por su reelección en la secretaría general, y que desde hace dos meses ha intentado recuperar el edificio a tiros, según denunció Gutiérrez. Al frente de unos 40 trabajadores se paró ante el presidíum para pedir al alcalde que retire el resguardo –o la vigilancia– de la policía al edificio, entre ellos de “uno bajito, gordito, con entradas”, según leyó.

A la hora y media de la marcha José Luis Torreblanca se retiró del presídium para ir a apoyar la movilización de Escobar, según se dijo.

En tanto, pasan las movilizaciones de las gracias. La de los trabajadores del DIF, los oficiosos, no los disidentes, con su porra de apoyo al alcalde organizada por su jefe de prensa, Manuel Ramos; la de los sindicatos de burócratas del municipio, que llevan como marchante al propio secretario de Finanzas, Fernando Aragón, y la del sindicato de trabajadores del gobierno del estado, con su “gracias señor gobernador”, dirigida a René Juárez, ex alcalde de Acapulco que en sus cinco años de gobierno no se ha parado en este desfile de su ciudad que por lo que se ve, parece que no quiere o prevé que no se le quiere.

El contingente de maestros, ya casi al final de la marcha, llevó a la mesa el tema Dimayuga. “Fuera Dimayuga”, gritan varios de estos al descubrir entre los invitados al acto al diputado por el PRD, el empresario que vende cables y focos a Telmex y la CFE, y que promovió la ley apoyado por el PRI, para castigar con mayor rigor a quienes participen en el bloqueo de calles, entendidas por los maestros y diversas organizaciones como movilizaciones. “No caigamos en provocaciones”, pidió el líder de la CETEG, Félix Moreno Peralta, al subir a tomar la palabra, calmando el ánimo anti Dimayuga. Criticó luego la política económica del presidente Vicente Fox. Habló después del proyecto de la disidencia magisterial por retomar la dirigencia nacional del SNTE, y ya al final criticó “a los diputados levantadedos, como Dimayuga”, que no ayudan a crear leyes a favor de la educación en Guerrero. Este ni siquiera enrojece. Su máscara de piedra por los 20 minutos del discurso del líder magisterial, acertó a reír cuando Félix Moreno se despidió de él de manos. Cosas de la política.

“¡Zeferino, Zeferino!”, gritaron a su paso por el presídium los maestros de la CETEG. El alcalde López Rosas, que respalda al precandidato perredista Armando Chavarría, los saluda como si escuchara otra consigna. El priísta Juan Salgado, de quien se dice que se autopromueve para ser el próximo presidente de este partido en el puerto, también hizo mutis.

Ya antes, el director de la Policía Preventiva, Roberto Abizaid había intentado desalojar de un costado del presídium, a un lado del palco de prensa, a los maestros universitarios Rogelio Ortega y Rosa Icela Ojeda, quienes repartían el volante “Diez razones para votar por Zeferino”. Los amenazó incluso con llamar a los policías. “Tu eres un policía, un represor, gente de (Mario Arturo) Acosta Chaparro y de Agustín Montiel. Actúa como estás acostumbrado, pero yo no me quito”, le respondió Rogelio Ortega. El policía Abizaid optó por dejarlos. “Repartimos diez mil volantes”, contaría después Rosa Icela Ojeda.

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