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Son normales las fallas en las casas de los reubicados en El Mirador, dice la Sedatu

*Un coordinador reconoce que las viviendas se entregaron inacabadas ante la presión de las familias que vivieron un año en el albergue del Indeg. Reconoce la empresa que una parte de la culpa de la inundación de septiembre es suya, pero otra parte es de los vecinos, que tiran basura en los desagües

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Después de que damnificados reubicados en el terreno El Mirador, de Chilpancingo, denunciaron que la tierra que arrastró la lluvia durante cuatro días tapó el drenaje, y provocó una inundación que estuvo muy cerca de entrar a sus casas en los últimos días de septiembre, trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y de la empresa Masa, encargada de la urbanización, recorrieron las casas de 47 quejosos.
En el recorrido, el coordinador de la unidad técnica de la Sedatu, Said Mendoza Salgado explicó que se debe “de partir del hecho” de que es una obra que aún sigue en proceso y no a concluido.
Reconoció que, ante la presión de las familias que vivieron un año en el albergue del Instituto del Deporte de Guerrero (Indeg) para que les entregaran sus casas, la empresa trabajó “a marchas forzadas” para estregar las viviendas.
“Ya son habitables las viviendas, pero como toda casa nueva, está susceptible a vicios, como toda obra nueva, por eso se hace una fianza, por eso tenemos un margen de un año para poder subsanar ciertos detalles; sin embargo se está trabajando en el aspecto de cubrir”, agregó.
Ante tal explicación, se le preguntó si eso significaba que para enero de 2016 las primeras 47 estarían en optimas condiciones, y que los damnificados no volverán a sufrir filtraciones, humedecimiento ni taponamientos en los drenajes, respondió que “teóricamente sí”.
Por su parte, el ingeniero Cristian Flores de la empresa Masa recordó que el problema registrado en la inundación fue culpa, “en parte” de la empresa, pero también de los mismos damnificados, quienes no mantienen limpias las áreas por donde pasa el agua.
Reconoció que la parte de culpa que les corresponde es que no está terminada toda la red el drenaje pluvial.
“Yo les platicaba a la gente de Sedatu, no solo a la constructora, que parte fue nuestra culpa porque nosotros no tenemos terminada toda la red, pero lo que provocó más daño es la basura que genera la gente”, agregó.
Dijo que ante la falta de las obras pluviales completas, se está canalizándolo al drenaje, para que cuando se realice el proyecto pluvial se pueda unir de manera normal, sin utilizar el otro sistema.
Agregó que, actualmente este proyecto sólo lleva un avance del 10 por ciento, en las 13 hectáreas donde se construyen las viviendas para los damnificados.
El trabajador insistió que los nuevos inquilinos deben mantener limpias las canaletas, y en general sus viviendas, para evitar que el drenaje se tape y no corran el riesgo de inundación.
Aseguró que han sostenido pláticas con los damnificados, para explicar y detallar el uso adecuado de sus casas, el mantenimiento que requieren y cómo evitar problemas.
En el recorrido, algunos vecinos señalaron que aún hace falta que se atiendan las viviendas que tienen filtraciones, pero están en espera de que los encargados de obra actúen en tiempo y forma.
Los trabajadores resaltaron que los muros de contención no se habían contemplado en el proyecto original de la obra porque sólo hasta el final podrían saber qué tipo de atención requiere cada uno de ellos, ya que depende del corte que se haga a los cerros.
Durante el recorrido se les pidió a los representantes de cada obra una fecha estimada para la entrega de la segunda etapa, donde entrarían los damnificados que conforman la Coordinadora de Colonias y Comunidades Afectadas por el Río Huacapa y sus Afluentes (Cocohara), pero aseguran que no pueden aún fijarla porque no se han concluido las obras.
Mendoza Salgado recordó que la Sedatu y las empresas se han topado con el problema de la falta de dinero para iniciar las obras y los retrasos en pagos, que han mermado la construcción; pero aseguran que están en tiempo y forma.

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