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Deforestación en la cañada de Cumbres de Llano Largo por obras y asentamientos

Edificaciones suspendidas por el Ayuntamiento, la construcción de nuevas viviendas y la tala de la especie palo morado, entre los problemas en esa zona

Raquel Santiago Maganda La deforestación continúa en el ejido de Cumbres de Llano Largo debido a los asentamientos humanos. En la zona se observan construcciones sencillas y otras que reflejan a propietarios con poder adquisitivo, también áreas donde se rellena con escombros e incluso obras suspendidas por el Ayuntamiento.

Desde 2001, grupos ambientalistas como Guerreros Verdes, se han quejado por la deforestación de la zona, y el pasado jueves, la presidenta del Primer Club de Jardinería de Acapulco, Lucero López de Malváez, denunció públicamente el “terrible ecocidio” en la cañada de Cumbres de Llano Largo en una carta enviada a El Sur.

López de Malváez aseguró que la Procuraduría Federal del Ambiente (Profepa) “no efectuado ninguna acción para detener la tala de los árboles”.

La cañada del ejido tiene en sus especies al palo morado, que se encuentra en peligro de extinción, según la lista de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2001 que se refiere a la protección ambiental de especies nativas de México, de flora y fauna silvestres.

Durante un recorrido ayer se constató que continúa la depredación en la cañada de Cumbres de Llano Largo. Desde la avenida Heroico Colegio Militar comienza la brecha de los nuevos caminos que ya son rodeados por construcciones de casas, y en los cuales continúa el rastrilleo por máquinas.

En junio de 2001, la presidenta de Guerreros Verdes, Elena Khan, denunció que los ejidatarios desbrozaron cuatro hectáreas de selva mediana, en ese entonces recién desincorporadas de la reserva El Veladero. El área fue entre la Universidad Loyola y la avenida Escénica.

Actualmente en la avenida también hay zonas que se rellenan con escombros, aunque en algunas construcciones no son respetados los anuncios de prohibición de la recepción de los cascajos.

Por lo menos hay una obra suspendida por la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ecología municipal, de la cual destaca un muro de tabicón; ésta continúa cañada abajo.

En la parte de este ejido, que tiene una vista de la bahía y colinda con el Fraccionamiento Las Brisas, hay obras de casas sencillas y otras ostentosas, la mayoría ubicadas a lo largo de la avenida, pero con construcciones que están sobre el desfiladero, y para ello se requirió la cimentación de columnas sobre el suelo o piedras.

Durante el foro Desarrollo Sustentable en el Estado de Guerrero, organizado por la Universidad Loyola del Pacífico, el 23 de abril, integrantes del Primer Club de Jardinería le solicitaron al subdelegado de la Profepa, Manuel Solís Méndez, la intervención del organismo sancionador para detener la deforestación, cuando ya tenían un antecedente de denuncia verbal y escrita específicamente por la destrucción del palo morado.

El funcionario argumentó que la resolución quedaría en facultad del Ministerio Público federal para que dé una orden y actúe la Procuraduría General de la República, además se le hizo notar la falta de educación ecológica entre la población.

La preocupación por la destrucción del palo morado se basa en que en los municipios de Chilpancingo y Acapulco, región donde tiene su hábitat natural, el árbol se usa para elaborar muebles de madera que son muy cotizados por su resistencia. La característica de esta especie es que su tronco tiene un color morado, de donde se retoma su nombre popular.

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