Alude Sting a los desaparecidos en México durante su concierto en Tequesquitengo
*El cantante británico dedicó el tema Fields of gold a las víctimas de este problema ante unas 7 mil personas que lo ovacionaron
Rodolfo G. Zubieta / Agencia Reforma
Tequesquitengo, Morelos
Fiel a su espíritu filantrópico, Sting evocó ayer la violencia que azota a México, durante el concierto que ofreció en la Arena Teques, en Morelos.
En uno de lo momentos más ovacionados de la velada, el británico dedicó el tema Fields of gold a las víctimas de este problema en el país.
“Esta canción es para todos los desaparecidos de México”, indico el interprete en español, a la mitad del espectáculo.
En respuesta, las casi 7 mil personas reunidas, según cifras del personal de seguridad, agradecieron su solidaridad aplaudiendo de pie y coreando la canción.
Sting regaló varias escenas similares a lo largo del concierto, el cual no requirió un gran despliegue de producción, juegos de luces o una escenografía ostentosa para enamorar a la audiencia.
La música y el talento vocal del exPolice fueron más que suficientes para prender a sus fans, en su mayoría adultos de entre 35 y 50 años que asistieron en pareja, en familia y en grupos de amigos.
El show, que arrancó a las 20:20 horas con If I ever lose my faith in you, se hizo en el recinto al aire libre, rodeado de vegetación y ubicado a orillas del lago de Tequesquitengo.
Esto permitió que la naturaleza, el clima fresco y hasta lo molestos mosquitos se convirtieran en elementos importantes del recital, el cual destacó por la interacción continua de Sting en español y su galanura, escondida detrás de una frondosa barba.
“Luce delgado y hasta marcado, está sabroso el señor”, “me gusta esa barba de chavorruco” y “sigue igual de guapo que antes” fueron algunos de los comentarios que las mujeres de la sección platino compartieron.
La vibra new wave y rockera se respiró en el ambiente: humo de cigarrillos de mariguana, olor a alcohol (cerveza, whisky, tequila y ron se podían consumir en el show) y repelente para mosquitos aromatizaron el aire.
La gente cantó, se abrazó, sonrió y se tomó fotografías al ritmo de temas clásicos como Englishman in New York, So lonely, Heavy cloud no rain, Driven to Tears y The hounds of winter.
Sin embargo, fueron Roxanne y Ain’t no sunshine las que más prendieron a los asistentes, que demostraron que se sabían el repertorio de Sting de principio a fin.
Tras una salida en falso, iluminado por reflectores rojos y con un dron filmando el momento frente a él, el artista de 64 años reapareció en el escenario para hacer retumbar la arena con Desert rose y Every breath you take.
Una vez más la emoción inundó a los presentes, quienes con lágrimas, la voz entre cortada, algunos ya tomados y la mayoría emocionados despidieron a su ídolo con gritos y porras.
Con un fuerte “adiós”, en español, el cantante abandonó el escenario a las 22 horas, no sin antes ofrecer un último momento para el recuerdo al interpretar Fragile, en la que se llevó el puño al pecho y después lo alzó en señal de victoria.