Hacen vibrar grupos indígenas del país y el extranjero a cientos de asistentes a Sinfonía del Mar
*Entre viernes y sábado 10 bandas cantan en sus lenguas originarias rock, rap, cumbia, balada pop, ranchero y ska en un festival que organiza el Conaculta en el país desde hace cinco años y que por primera vez llegó a Acapulco
Óscar Ricardo Muñoz Cano
Rock, rap, cumbia, balada pop, ranchero o ska fueron algunos de los ritmos que grupos indígenas del país y el extranjero presentaron en sus lenguas originarias el pasado fin de semana en el festival De Tradición y nuevas rolas, en su quinta emisión nacional y por primera vez en Acapulco, ante cientos de personas en el auditorio de Sinfonía del Mar.
Música de Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, San Luis Potosí, Querétaro o Guerrero, por nombrar algunas, se sumó a la de los músicos de los países invitados: Ecuador y Perú.
Bajo la conducción del escritor y compositor Mardonio Carballo y Guadalupe Lara y la participación de 10 bandas, el viernes 9 de octubre comenzó el festival con un ritual de bienvenida de la mano del grupo Dos ríos, de Tlacoapa, Guerrero, para después “darle rienda suelta” a la capacidad creativa de las agrupaciones musicales.
Mientras el grupo Tepamahuati Eco Volcánico y Eco Expresivo de la B6 de Puebla, presentó en náhuatl-tutunaku, su fusión balada ranchera, cumbia y hip hop, la banda Gurichango, originaria de Morelos, compartió en el escenario ska interpretado en náhuatl, haciendo que decenas de personas bailaran en sus lugares.
Lo mismo pasó con la chilena mixteca del grupo Yaandavi Kings, de Oaxaca, y con Banana Paradise con su ska-reggae purépecha de Michoacán.
Imagen de la sierra con su música popular tehuana originaria de El Mezquital, Durango, el reggae maya de Vivrazión Natural desde Quintana Roo, o Murga Xicohtl y su fusión tradicional de carnaval y balcánica náhuatl, desde Tlaxcala, mantuvieron el ánimo entre los asistentes con base en los ritmos interpretados, a pesar de no entender las lenguas en las que fueron interpretadas cada una de las canciones.
Desde Guatemala, el cuarteto Tujaal rock, cantó lo mismo maya tujal, kiche y mam y a través de la música contemporánea, e invitó a sus congéneres a enorgullecerse de sus raíces.
Para terminar el primer día, el rap y el hip-hop tuvieron un espacio con Winrappers, del estado de Hidalgo, y Ometéotl, de Guerrero, quienes interpretaron en lengua náhuatl un discurso contestatario y de resistencia.
Para el sábado 10, se comenzó también con un ritual de bienvenida a cargo del grupo Dos ríos para abrirles el escenario a Aventura musical, de San Luis Potosí, que cantó una selección de temas de música grupera en náhuatl.
Posteriormente llegaron los oaxaqueños de Yaandavi Kings, quienes con sus chilenas levantaron de inmediato a las cientos de personas en el anfiteatro y que continuaron bailando con la llegada de Yok’ El Jk’ Umaltik y su rock desde Chiapas.
Los veracruzanos de Sector 145 y Goim Al´leya de Sonora presentaron música rap y hip-hop en popoluca y yoreme respectivamente.
Con los ánimos encendidos de una multitud que ya por la noche no hacía más que aplaudir con la llegada del grupo invitado desde Perú: Chintatá, y sus ritmos afroandinos en quechua; Intichay p’unchaykama (Hasta el domingo) y Qispichy (Libera) las canciones que presentó.
Ya entrada la noche y para cerrar el festival Brasil musical y su cumbia en cora nayarita, Maya Flow y su rap en maya desde Yucatán, y el rock alternativo en hñahñü (otomí) de Asaya, grupo queretano, se llevaron los aplausos de un festival que organiza el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en el país desde hace cinco años y que por primera vez llegó al puerto de la mano de la Secretaría de Cultura de Guerrero.