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No hay indicios de que el quinto autobús que tomaron los normalistas en Iguala llevara droga, dice la PGR

*El chofer primero dijo que la Policía Federal les hizo la parada y obligó a bajar a los estudiantes, luego negó la presencia de los agentes y renunció a su trabajo

Agencia Reforma

Ciudad de México

La Procuraduría General de la República (PGR) no ha hallado indicios del trasiego de droga en el quinto autobús que tomaron los normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) planteó a la PGR investigar este camión, por la presunción de que pudo llevar droga, lo que de alguna manera explicaría la brutalidad y violencia de las policías y narcotraficantes contra los estudiantes.
Sin embargo, en la misma investigación de la PGR que ha sido cuestionada por el grupo de expertos, los fiscales inspeccionaron la unidad sin probarse la presencia de droga.
Según informes federales consultados, el chofer del camión 3278 de la línea Estrella Roja de Cuautla renunció poco después de aquella noche en la que los estudiantes tomaron el autobús y lo obligaron a conducir por las calles de Iguala.
Sobre este evento, la PGR cuenta con el testimonio del conductor y el reporte interno que entregó a la empresa, las declaraciones de tres estudiantes que esa noche tomaron el autobús, videos de cámaras de vigilancia y la bitácora de las corridas de los días 26 y 27 de septiembre de 2014.
Los normalistas se apropiaron del camión, cuando estaba estacionado en el andén 12 de la Central de Autobuses de Iguala, y obligaron al chofer a conducirlo por la avenida Ignacio Manuel Altamirano.
Sobre este hecho, según la información consultada, el chofer ha dado dos testimonios con información contradictoria.
El primero es un reporte que entregó por escrito al área de Operaciones de la empresa Estrella Roja de Cuautla, para detallar lo ocurrido aquella noche.
Según dicho documento, unos 50 normalistas asaltaron el camión y salieron de la central de autobuses por Altamirano, en un recorrido que terminó cuando la Policía Federal les hizo la parada y obligó a bajar a los estudiantes.
Éstos se fueron y él fue acompañado por dos patrullas de la corporación a una caseta. Una vez que el chofer entregó su reporte, renunció.
La PGR obtuvo las grabaciones de las cámaras de vigilancia y lo primero que le llamó la atención es que no eran 50, sino entre 8 y 10 los estudiantes que tomaron el autobús. Por ello buscaron y localizaron al conductor, para interrogarlo.
A la Procuraduría, el chofer le dijo que el autobús fue tomado a las 9 de la noche y corrigió sobre el número de personas que lo hicieron: dijo que habían sido de 8 a 10.
De acuerdo con los datos consultados, el ex empleado de Estrella Roja manifestó a la PGR que los estudiantes se bajaron del camión al darse cuenta de sus malas condiciones y se regresaron a la central de autobuses, aparentemente por otro. Enseguida, viajó a Chilpancingo, aseguró.
En su testimonio a la PGR, el chofer nunca menciona que la Policía Federal o cualquier otra corporación los haya interceptado.
De los 39 normalistas que han rendido declaración ante la PGR, tres de ellos dijeron haber estado en ese camión y, en contraste con el testimonio del conductor, los tres afirman que el camión fue detenido por policías, pero no precisan si eran federales, estatales o municipales.
Ninguno de los testimonios recabados hasta hoy refiere la muerte o secuestro de alguno de los que iban en el autobús 3278.
En diligencias posteriores, la PGR hizo la revisión de la unidad y descartó el transporte de droga, una de las suposiciones que el GIEI pidió investigar.
A raíz del informe del GIEI, la PGR busca al conductor del camión para volverlo a interrogar, pero esta vez por el tráfico de drogas.

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