Encara al fiscal del estado la caravana Rocío por la Esperanza a su paso por Chilpancingo; les ofrece una mesa de trabajo
*Godínez Muñoz pide una disculpa a las víctimas “a nombre del Estado” y afirma que hará lo que esté en sus manos para ayudar al esclarecimiento de los crímenes. Sofía Mendoza Martínez aclaró que la presencia del funcionario no era grata para las víctimas, pero reconoció su valor para darles la cara
Víctor Cardona Galindo y Lourdes Chávez
Atoyac y Chilpancingo
En la caravana Rocío por la esperanza, rumbo a la Ciudad de México, activistas y luchadoras sociales que demandan justicia por distintos homicidios, desaparecidos y presos políticos, encararon en Chilpancingo al fiscal general, Miguel Ángel Godínez Muñoz, y protestaron en la sede del Poder Judicial, cerrado sin ser un día inhábil.
La esposa del dirigente Arturo Cardona, Sofía Mendoza, aclaró que no confían en las instituciones del país y van a buscar justicia en tribunales internacionales cuando agoten los procedimientos legales en el país.
Godínez Muñoz pidió una disculpa a las víctimas “a nombre del Estado”, porque no han tenido acceso a la justicia, y afirmó que hará lo que esté en sus manos para ayudar al esclarecimiento de los crímenes, incluso ante los órganos internacionales, ahora que la Fiscalía General del Estado es independiente del Poder Ejecutivo.
Ofreció una mesa de trabajo el próximo martes 20 de octubre para revisar el expediente del homicidio de la dirigente campesina, Rocío Mesino Mesino, homenajeada en esta caravana, a dos años del crimen ocurrido el 19 de octubre de 2013.
Acompañada de sus padres, Hilario Mesino Acosta y Alicia Mesino Castro, la hermana de Rocío, Norma Mesino Mesino denunció que, pese a la colaboración de los familiares, no hay avances en esa investigación.
Denunció que el homicidio ocurrió a la luz del día y que los que mataron a Rocío iban con el rostro descubierto, pero la PGJE (ahora FGE) no hizo una investigación profunda.
En la caravana, indicó, se arropa a los familiares de otras víctimas de asesinos protegidos desde el poder, como los del líderes sociales Arturo Cardona en Iguala, Luis Olivares en Coyuca de Benítez, el presidente de la Comisión de Gobierno Armando Chavarría Barrera, y la desaparición del perredista, Longino Vicente, en pleno proceso electoral de 2012.
Reivindicaron también la demanda de la libertad de los presos políticos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), y de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Orlando Ávila Mesino, preso en las mismas circunstancias que Rocío Mesino, aunque ella fue liberada sin responsabilidad, meses antes de su asesinato.
Ante el fiscal, la ex regidora por el PRD, Sofía Mendoza Martínez, una de varias luchadoras que lideran la caravana, aclaró que la presencia del funcionario no era grata para las víctimas, pero reconoció su valor para darles la cara.
Recordó que la última vez que vio a Rocío Mesino fue en el sepelio de su esposo, Arturo Cardona, en 2013, “el año más sanguinario contra la lucha social, donde se hostigó, encarceló y asesinó a luchadores sociales”, sin tregua.
Denunció que el exgobernador Ángel Aguirre Rivero hizo oídos sordos a las injusticias, y el interno, Rogelio Ortega Martínez, se dedicó a la administración dejando de lado la administración de justicia.
Asimismo, recordó que la última vez que vio a Godínez Muñoz, éste se comprometió a dar cumplimiento a las medidas cautelares que emitió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de familiares y personas allegadas a Arturo Cardona, que no se han cumplido.
La viuda de Chavarría Barrera, Martha Obeso Cázares indicó que en el asesinato de su esposo, el 20 de agosto de 2009, nunca se concretó la fiscalía especial que solicitaron para investigar el homicidio del representante de un Poder en el Estado.
Pero ahora sabe que ninguna fiscalía ha funcionado en el país, y confió en que la CIDH admita el caso para su investigación, actualmente en revisión.
Sobre la Caravana, destacó que participan luchadoras y activistas resueltas a acompañarse en Guerrero y en el país, “porque sin justicia no se puede hacer nada, si seguimos en esta carretera de impunidad, este flagelo que nos carcome será un cáncer que va a destruirnos a todos”.
Luego de las intervenciones, el fiscal ofreció colaborar incluso con las instancias internaciones a donde lleguen los casos de las agresiones y a compartir los expedientes en la mesa de trabajo.
A las 2 de la tarde, la caravana hizo otra parada en el plantón del Movimiento Popular Guerrerense en el Zócalo de Chilpancingo, luego protestó en el Tribunal Superior de Justicia, donde iban a pedir también una audiencia con la presidenta, Lambertina Galeana Marín.
El lugar estaba cerrado, pese a que el 12 de octubre no está reconocido como día de descanso, y a modo de protesta, hicieron algunas pintas en el lugar con el MPG, alusivas a la desaparición forzada de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, la impunidad en los asesinatos de luchadores sociales y la libertad de los presos políticos
La Protesta comenzó después de medio día en El Parador del Marqués, al sur de la Cuidad, con una marcha hasta la Fiscalía general del Estado.
Unos 200 manifestantes, la mayoría mujeres, portaron mandiles de yute con frase de lucha en favor de lucía, y banderines rojos. Entre ellas había productoras de la región, amas de casa que recibieron el respaldo de Rocío, recordó Norma Mesino.
Desde temprano, salieron de Atoyac militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y de otras organizaciones, en tres autobuses, que se sumaron a la caravana Rocío de la esperanza, que busca justicia por el asesinato de la dirigente campesina Rocío Mesino Mesino, acontecido el 18 de octubre de 2013.
En la caravana iban familiares de desaparecidos de la década de los setentas encabezados por Tita Radilla Martínez vice presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de las Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem), también iban mujeres productoras encabezadas por Rosa Ruth Rodríguez Mendiola.
La dirigente de la OCSS, Norma Mesino Mesino explicó que el objetivo era llegar a la Ciudad de México para sacar de Atoyac el caso de Rocío y para dar a conocer la impunidad que existe en él. Pero además, en Chilpancingo estarían abrazando otras causas, porque al movimiento se sumarían la viuda de Armando Chavarría y la de Arturo Hernández Cardona, una hermana de Nestora Salgado y familiares de desaparecidos.
Señaló que están pidiendo que se investiguen todas las líneas, para que el asesinato de Rocío Mesino no quede como un caso cerrado. Dijo que entregaron un documento a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) para que tenga conocimiento del caso, pero que están agotando todas las instancias nacionales para encontrar justicia.
Consideró que hay dilación en la investigación del crimen, pero además, los familiares han sido intimidados y agredidos de manera constante por la Policía Ministerial, como fue el caso de la detención del militante de la OCSS, Joel Hernández López, ocurrido el año pasado. Pero además, a pesar de que la averiguación previa está arraigada en Chilpancingo, no hay ningún avance en la investigación, han dado respuestas dilatorias y el avance ha sido precario.