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Actué en defensa propia, dice el cura que mató al presidente municipal

Los sacerdotes detenidos dan su versión en la Procuraduría estatal

Gente que iba con el alcalde me agredió primero, dice. Reconoce que estaba “un poquito tomado”. Ni siquiera conocía a la víctima, señala. Fueron cinco disparos, dice el otro cura

Zacarías Cervantes Chilpancingo Cabizbajo y arrepentido, el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez, acusado de asesinar al alcalde de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal, pidió perdón por el delito, pero dijo que actuó bajo los efectos del alcohol y en defensa propia ante una agresión física que sufrió del grupo que acompañaba al munícipe.

Los dos sacerdotes, Cuéllar Vázquez y su compañero de San Luis Acatlán, Ernesto García Rodríguez, quien presenció los hechos, fueron trasladados la noche del miércoles por el director de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Joaquín Juárez Solano, y aunque funcionarios negaron que los dos clérigos se encontraran en la PGJE, ambos fueron presentados en las instalaciones de ésta a las 3:30 de la tarde de ayer y respondieron a preguntas de los reporteros sobre los hechos de las primeras horas del miércoles en Cualac.

Con una barba de dos días, mirada dura y penetrante, el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez dijo: “Quiero pedir perdón porque sé que he cometido un delito”, pero agregó que actuó en defensa propia luego de que fue agredido por los acompañantes de la víctima. El clérigo también pidió perdón a la familia del alcalde.

Sobre cómo ocurrieron los hechos, recordó que durante la corrida de toros amenizaron tres bandas de música, y que acordaron –no precisó quiénes– que éstas tocaran en el baile que se efectuaba en la plaza cívica de la población.

Dijo que retiraba a las bandas del lugar donde se celebró la fiesta cuando, sin saber por qué, fue agredido físicamente por algunas personas.

Admitió que andaba “un poquito tomado”, y que cuando fue derribado a golpes sacó su pistola y disparó contra quienes lo agredían. Dijo que observó que algunos corrieron, pero que siguió disparando.

Aseguró que no tenía ningún problema con el alcalde de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal, y que incluso personalmente no lo conocía. Aseguró que se enteró de que el muerto era presidente municipal porque se lo dijeron en la Agencia del Ministerio Público de Tlapa, cuando ya estaba detenido el miércoles pasado.

El sacerdote explicó que andaba armado –usó una pistola 9 milímetros– porque desde hace algunos meses es amenazado de muerte por llamadas telefónicas y escritos que le dejan en el curato, pero dijo desconocer los motivos de dichas amenazas.

Por su parte, el sacerdote Ernesto García Rodríguez, con un semblante que mostraba menos preocupación, informó que cuando sucedieron los hechos él se encontraba bailando, y que al escuchar el pleito, casi frente a la iglesia de San Miguel a cargo del padre Lorenzo Cuéllar, dejó la fiesta y vio que el párroco disparaba.

Explicó que se abalanzó hacia él y lo abrazó tratando de quitarle el arma, pero ya había hecho cuando menos cinco disparos.

Al igual que el cura Lorenzo Cuéllar, dijo que no conocía “para nada” al muerto y que tampoco sabe cuál fue el origen de la agresión física que sufrió su compañero.

Aunque hasta la tarde de ayer estaban detenidos en Chilpancingo, los sacerdotes están a disposición de la Agencia del Ministerio Público de Tlapa, y en un plazo de 48 horas se pondrán a disposición del juez penal para que resuelva si les dicta auto de formal prisión o de libertad.

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