Rousseff toma distancia de Europa y critica recortes a salarios y logros sociales

DPA

Maragogipe, Brasilia

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, marcó distancia ayer respecto a los recortes económicos que vienen aplicando algunos países europeos para enfrentar la crisis financiera, y resaltó que “el camino que sigue Brasil no es igual al de ellos”.

“Nuestro camino no es igual al de ellos. Nuestro camino es mantener nuestro desarrollo y buscar, cada vez más, garantizar que los bonus, las ventajas y los lucros de ese desarrollo sean distribuidos entre el pueblo brasileño”, dijo Rousseff, en declaraciones que divulgó ayer la versión electrónica del diario Folha de Sao Paulo.

La presidenta mencionó como ejemplo negativo el plan de recortes salariales y reducción de beneficios que el gobierno español impuso a sus trabajadores.

Por el contrario, indicó, Brasil quiere disminuir los costos no reduciendo salarios y logros sociales que “los trabajadores conquistaron a lo largo de toda una historia”, sino reduciendo impuestos y capacitando cada más nuestra fuerza de trabajo”.

“Nuestro camino no es el camino de sacarle derecho a los trabajadores, nuestro camino es otro, y vamos a ir detrás de él, vamos a dedicarnos a él sistemáticamente”, enfatizó.

Rousseff hizo las declaraciones durante un acto público en el que inauguró una plataforma de la petrolera Petrobras y lanzó la piedra fundamental del Astillero Ensenada de Paraguaçu.

Resaltó, asimismo, que el gobierno viene esforzándose para mantener la tasa de cambio en un nivel que impide que “nuestra industria sea convertida en chatarra por productos con tasas de cambio manipuladas que, por ventura, vengan del exterior”.

Brasil condena “vehementemente” nueva masacre en Siria

El gobierno brasileño condenó ayer en forma vehemente la nueva masacre perpetrada en Siria, que según denuncias de la oposición habría dejado 250 muertos.

“Brasil condena vehementemente la represión violenta contra civiles desarmados”, manifestó el gobierno brasileño mediante un comunicado de prensa, en referencia a la masacre denunciada este jueves por la oposición siria en la localidad de Tremseh, en la provincia de Hama.

El país sudamericano instó a que Siria respete los compromisos asumidos en el plan de seis puntos del enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, “de cesar inmediatamente toda movilización de tropas y el uso de armamento pesado en áreas urbanas”.

El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff pidió además al gobierno de Bashar al Assad que “interrumpa inmediatamente todas las acciones militares contra civiles desarmados” y permita el acceso “irrestricto” de los miembros de la misión de la ONU en ese país a los lugares afectados por conflictos”, en atención al mandato del Consejo de Seguridad.