Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone

Usos y costumbres

 

Los usos y costumbres son comportamientos y formas de proceder que no están plasmados en código escrito alguno, pero que se acatan bajo valores entendidos y aceptados por determinado grupo social. No siempre son el mejor instrumento para regir la convivencia comunitaria, máxime si se dan en un contexto en donde no se favorece la prevalencia de principios de igualdad, equidad, democracia y justicia.

Varias organizaciones sociales de La Montaña han esgrimido el derecho de nombrar sus autoridades municipales por el método señalado. Lo cual no sería desdeñable siempre y cuando existieran las condiciones para su sano desarrollo.

Pero no siempre es así. En materia de elegir a los gobernantes por la vía de usos y costumbres, por ejemplo, en los asentamientos indígenas también hay gente mestiza, ¿Querrá decir que quedarían marginados, antidemocráticamente?

Esa forma de elegir a sus representantes de los pueblos indígenas todavía está impregnada de un machismo político recalcitrante en donde la mujer es considerada ciudadana de segunda que no merece colocarse a la par de los hombres en las cosas de interés público y común. Desde las juntas de notables de los pueblos, pasando por las asambleas comunitarias, es notoria la acusada desventaja de estas últimas. Las pocas, desafían la prohibición de sus maridos o son mujeres libres, divorciadas o dejadas. Esa es la triste realidad de estas mujeres que aún están sometidas a las labores propias de la humilde vivienda y al cuidado de los numerosos hijos, es decir, quedarse como escopetas cargadas y arrinconadas en algún cuarto.

Otra práctica nefasta de los padres de familia indígena es comprometer u otorgar en matrimonio a niñas y jovencitas de muy temprana edad, sin el mayor consentimiento de ellas a cambio de bienes, aguardiente y dinero, cual si fuera un vil trueque o compraventa de objetos. Sabemos que eso se da por las condiciones de pobreza, pero no deja de ser reprobable y repudiable.

En estas tierras subdesarrolladas en que vivimos los ladinos mestizos, también tenemos reglas pervertidas no escritas, por ejemplo la referida a las plazas magisteriales que se heredan a l@s descendientes directos cual si fueran patrimonio familiar. Sin reparar mientes si los agraciados reúnen o no el perfil para desempeñarse en dichas puestos. O la venta descarada de plazas que es el pan de cada día. ¡Ay de aquel que ose suprimir o desacatar esas prácticas!

Y qué decir de los muy arraigados en la administración pública de dar la tradicional mochada para que los trámites fluyan con agilidad. O la clásica comisión del 10 por ciento (¿15 por ciento?) en las adquisiciones o contratación de obra u otorgamiento de servicio público. O la clásica mordida al agente de tránsito o policía para que se hagan de la vista gorda ante una infracción cometida por la ciudadanía en la vía pública. Para todo eso, bien sabemos que nos pintamos bien y bonito en Guerrero y en México en general.

Otro de nuestros usos y costumbres practicado con relativa frecuencia es cuando, a veces, el gobernante se rodea de colaboradores incondicionales que no son más que una caterva de güeyes y güevones. Siempre y cuando cumplan con la función de lame suelas.

O aquella en donde los profesores universitarios les indican directa o subliminalmente a sus alumnas que para tener mejores calificaciones, va de por medio un cuchi-cuchi; o a los estudiantes una buena botella de licor, cuando no la descarada solicitud de dinero por punto adicional de calificación.

Es de fama pública la práctica de los líderes sindicales que se dan vuelo al colocar a las mujeres demandantes de trabajo sobre sus colchones para tenerlas en consideración; o bien, en el caso de los hombres, la respectiva retribución económica.

 

PD1. Con eso de que algunos políticos afirman de que no hubo compra de votos, tendré que adelantar la entrega anual de los trofeos: El pinocho de oro.

PD2. Corto, sinuoso, tormentoso y falsario es el camino de la especulación política. Duro, directo y claro, el de la evidencia política en tiempo real.

PD3. Una vez más nos hicieron solazarnos, a golpes de tarjetas mercantiles, dinero y boletas fraudulentas, en el estercolero electoral. ¿Con qué autoridad moral nos van a gobernar?

 

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* El autor es asesor del gobernador del estado.

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