El gobierno despreció a la educación, dicen en presentación de un ensayo respecto a Ayotzinapa

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En la presentación del ensayo La reproducción de los peces… gordos, del profesor de Universidad Pedagógica Nacional (UPN), José Luis Ayala, el maestro Floriberto González denunció que este gobierno demostró mucho desprecio por la educación del estado y, en consecuencia, desprecio por el pueblo de Guerrero.
Luego de una discusión sobre la descomposición de la clase política, que eclosionó la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, cuando policías y delincuentes mataron a tres estudiantes y desaparecieron a 43, el docente denunció que con el gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez se tuvo la desgracia de tener a un secretario de Educación “que difícilmente está sobrio 24 horas del día”, en clara alusión a Salvador Martínez della Rocca, conocido como El Pino desde el movimiento estudiantil de 1968, y quien, a 47 años de aquellos hechos, fue invitado por su amigo, Ortega Martínez, a ocupar tan delicado mandato.
González lamentó: “cómo es posible tanto desprecio para la educación de un estado en donde se requiere justamente poner a los mejores hombres en esa dependencia. Así, de ese tamaño es el desprecio que se le tiene al pueblo”.
El autor José Luis Ayala explicó que este ensayo es parte de serie de ensayos breves, pensados así para llevarlos como material de bolsillo. Los dos primeros son una autocrítica del sector educación, con el tercero buscó contrastar el pensamiento de José María Morelos y Pavón, Ignacio Manuel Altamirano, Benito Juárez y el ideario de Lucio Cabañas, y lo apotemas modernos que permean entre los políticos, entre ellos, señaló que los más fuertes son el de César El Tlacuache Garizurieta, de “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, y el de Carlos Hank González, “un político pobre es un pobre político”.
Consideró que este pensamiento sin valores va ligado a la corrupción que ya no permite la menor revisión, y ya no está ligada a un solo tipo de partidos políticos, “el embalaje puede ser diferente pero el pensamiento es el mismo”, dijo.
A pesar de las luchas sociales por un cambio en el 68, fue en 2013 en Iguala cuando “explota la podredumbre”.
En representación de la Normal de Ayotzinapa, el dirigente estudiantil Ernesto Guerrero Cano llamó a la unidad de los grupos y movimientos, y a que las diferencias no ahonden las divisiones. Señaló que es mejor saber poco y hacer algo, que saber mucho y no hacer nada.
Ayala dijo que las instituciones educativas no han estado a la altura para responder a los problemas sociales, porque mantiene esquemas verticales “que no son buenos para esa nueva transformación”.
Aceptó que a la educación superior “le cuesta trabajo romper con ese pensamiento anti juarista, anti altamiranista, pero reconoció el papel de las organizaciones sociales independientes que están asumiendo esta responsabilidad, pero que aún no son suficientemente fuerte para transformar.