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El mercado Baltazar R. Leyva, “una bomba de tiempo”: el administrador

Siguen las disputas entre locatarios y semifijos que invadieron la calle 21 de Marzo, advierte Jorge Bernabé González

 Teresa de la Cruz Chilpancingo A un año que se incendió el Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla y a más de dos meses de que se reinstalaron los comerciantes fijos y semifijos, la central sigue como “bomba de tiempo”, aseguró el administrador, Jorge Bernabé González.

Bernabé González, entrevistado en sus oficinas, señaló que a un año del incendio ocurrido la madrugada del 23 de mayo, y que ocasionó en los locatarios “pérdidas millonarias”, sólo se ha resuelto el 90 por ciento de los problemas pues sigue la disputa de espacios con los comerciantes semifijos que se colocaron en la calle 21 de Marzo, ubicada a un costado de la central de abastos.

Precisó que a partir de la reinstalación de los comerciantes fijos y semifijos –el 15 de marzo–, éstos últimos son los que siguen “generando problemas” porque se colocaron en la 21 de Marzo, y el “acuerdo era que esa calle se dejaría libre para que los consumidores puedan estacionarse”.

El administrador indicó que en más de tres ocasiones notificaron a los semifijos que se retiraran del lugar, pero “ellos amparados acudieron ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), y hoy están amparados contra cualquier acción de gobierno, por eso no los podemos quitar, pero sí es necesario que sean desalojados”.

Las pruebas que dieron los comerciantes ante ese organismo para que interviniera y no fueran retirados –según Bernabé González– fueron uno boletos de pisaje, los cuales                   asegura que “nunca” cobraron sus inspectores.

Bernabé González señaló que por este tipo de problemas entre los comerciantes, y por las “carencias” que enfrenta la central de abastos, ésta “continua siendo una bomba de tiempo, aquí siempre hay problemas” y citó que hay casos en que los locatarios venden la licencia “para volverse semifijos, se van a vender afuera”.

Mencionó que también hay problemas en la infraestructura porque la empresa que remodeló la central de abastos “se llevó dos bombas de agua, y ahora no podemos subir el agua al tanque elevado”.

Añadió que a un año de que ocurrió el incendio tampoco “se                   han deslindado responsabilidades, no se sabe quién provocó el fuego, solo sabemos que hubo pérdidas millonarias”.

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