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Ordena un juez que a una rechazada de la UAG se le permita tomar clases provisionalmente

*La suspensión provisional “no tiene efectos definitivos”, nada más se le permitará asistir a las actividades de tipo académico y sólo si cumple los requisitos, aclara el coordinador de Asuntos Jurídicos de la Universidad

Karina Contreras

Una comisión de los integrantes del Movimiento Kiosco, encabezados por Margarita Martínez García, se reunió con el director de la Unidad Académica de Medicina, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Bulfrano Pérez Elizalde, a quien le entregaron una suspensión provisional, que dio el juez octavo federal a la joven Janet Ortega Tapia para que acuda a clases, aunque eso no significa que pueda inscribirse.
Sobre el tema, el coordinador de Asuntos Jurídicos en la Zona Sur, Guadalupe Bollas Bernabé, subrayó que la suspensión provisional que ordenó el juez “no tiene efectos definitivos”, que nada más se le permitará asistir a las actividades de tipo académico y sólo si cumple los requisitos, es decir, “esta condicionada y si la joven no cumple los requisitos, pero en un acto de buena fe de la UAG se le va permitir que se incorpore a un grupo, pero no significa que se va a inscribir”.
En una conferencia de prensa en Medicina, Martínez García dijo que hay 43 demandas contra la UAG, por la “discriminación de los jóvenes que fueron excluidos de la universidad” y según ella, con eso demuestran que las políticas de la máxima casa de estudios son discriminatorias, por preferir a los “recomendados (en referencia al cinco por ciento de los hijos de trabajadores de la universidad) y excluir a los que por méritos propios no están en la escuela”.
Informó que los caso de los otros jóvenes serán resueltos en los próximos días y aseguró que Janet Ortega tiene mayor puntaje que los hijos de los trabajadores de la UAG, y es que por mandato del Consejo Universitario, el 5 por ciento de los espacios en todas las escuelas son para los hijos de trabajadores, el 10 para indígenas y el 85 por ciento para todos los demás.
En la decisión, el juez subraya que “se concede la suspensión provisional de los actos reclamados, para el único efecto que las autoridades responsables le permitan asistir a clases a la Unidad Académica de Medicina, así como efectuar el resto de las actividades, como participar en clases y presentar exámenes correspondiente al ciclo escolar 2015-2016”.
Pero precisa que la suspensión provisional será hasta en tanto se emita la interlocutoria, en la que se resuelva lo que en derecho proceda sobre la suspensión definitiva, y también subraya que esa resolución “no implica revocar la negativa reclamada, ni por ende validar la inscripción de la solicitante del amparo en la licenciatura y ciclo escolar señalado, ya que el análisis de la constitucionalidad sobre tales actos debe efectuarse a través de la sentencia definitiva, que en su oportunidad se dicte en el expediente principal”.
El director de Medicina, Bulfrano Pérez, dijo que recibía el documento, pero ese tema lo vería el jurídico y explicó a los integrantes del Movimiento Kiosco que no es fácil abrir grupos, porque se necesitan maestros para todos los semestres e infraestructura y que también cree que debe crecer la matrícula, pero de manera organizada y debe ser bajo la vigilancia del Comité Estatal Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud, que es el que tiene que ver si los espacios clínicos son suficientes en el estado para la formación de médicos.
El director señaló que no solamente es problema de la UAG o de la escuela de Medicina, sino es del sistema de salud, porque se tiene que ver si puede absorber la cantidad de alumno en los campos clínicos y el servicios social.
Añadió que es un problema de todo el país, y entonces la exigencia no es a la universidad sino al Estado, que es el responsable de la educación.
Sobre el tema, el coordinador de Asuntos Jurídicos en la Zona Sur, Guadalupe Bollas, subrayó que la suspensión provisional que ordenó el juez “no tiene efectos definitivos” y que el juez dice que se le permita asistir a las actividades de tipo académico y solo si cumple los requisitos , es decir, “está condicionada y la joven no cumple los requisitos, pero en un acto de buena fe de la UAG se le va permitir que se incorpore a un grupo, pero no significa que se va a inscribir”.
Indicó que va a ser una especie de oyente mientras se espera la decisión definitiva del juez; el abogado universitario indicó que no hay efectos definitivos y confió en que ganará la resolución definitiva, porque los “abogados que tienen que inventar un argumento que no pueden probar en el juicio”. Indicó que ya hay antecedentes de este tipo de demandas, donde les niegan en definitiva y los jóvenes se tienen que retirar del aula.

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