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Marchan por la paz unas mil 500 personas; la mayoría, trabajadores del Ayuntamiento

Cristina Sierra Rosas

Unas mil 500 personas –la mayoría trabajadores del Ayuntamiento– participaron en una marcha desde el parque Papagayo hasta el Zócalo, en rechazo a la violencia y las ejecuciones ligadas al crimen organizado.
A las 5 de la tarde de ayer, el contigente inició la marcha, encabezado por el alcalde Félix Salgado Macedonio; muchos de los participantes vistieron de blanco, como símbolo de paz.
Aunque la convocatoria para la marcha se dirigió a la sociedad en general, se observó a pocos representantes de la sociedad civil ni se identificó a ninguna asociación ciudadana. El único grupo lo integraban 30 jóvenes, que aseguraron que no eran trabajadores del Ayuntamiento y que portaban playeras con leyendas impresas como: “Jóvenes Unidos por el Bienestar del México”, dirigidos por Oscar Figueroa Wences.
Aunque no se esperaba la presencia del alcalde, Salgado Macedonio marchó custodiado por cuatro guaruras, junto con su hija, la presidenta del DIF Evelyn Salgado Pineda.
El contingente llegó al Zócalo en media hora, donde los primeros que se instalaron comenzaron con los discursos, a pesar de que algunos venían apenas por la avenida Cuauhtémoc.
El primero que tomó el micrófono fue uno de los organizadores de la marcha, Severiano Bautista de Jesús, quien hizo un llamado en contra de la violencia y para que el presidente Vicente Fox “de un giro” a la seguridad en Acapulco y resaltó que la marcha era apartidista.
Luego, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), Mary Bertha Medina Cortés, pidió que los medios de información eviten difundir imágenes de violencia, lo que provocó algunas risas entre los reporteros que cubrieron el acto. También pidió apoyar al gobierno y defender las fuentes de empleo.
Por su parte, el alcalde señaló que Acapulco es el mejor centro turístico de México y por ello justificó que la gente haya salido a las calles a manifestarse en contra de la violencia, “para que vean que somos una sociedad organizada”.
Agregó que Acapulco requiere una paz digna, “no una paz cómplice” y, enfático, mencionó que “hay alcalde y hay sociedad acapulqueña valiente”.
Algunos participantes de la marcha, que se negaron a dar su nombre, denunciaron que
fueron obligados a asistir y que hubo pase de lista y amenazas laborales.
De hecho, el pase de lista se pudo observar un poco antes de comenzar la caminata. Los trabajadores dijeron que los amenazaron con ser suspendidos tres días o con descuentos salarial.

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