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Estanca la negociación sobre La Parota el descrédito que tiene la CFE, dice Félix

Daniel Velázquez Olea

El alcalde Félix Salgado Macedonio opinó que la negociación con los campesinos opositores a la presa La Parota está estancada debido al descrédito de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por incumplir los acuerdos con campesinos de otros lugares donde ha desarrollado proyectos similares.
“El problema es la CFE, no la presa, porque la gente tiene dudas”, indicó.
En entrevista ayer por la mañana después de participar en la inauguración del Seminario Internacional Justicia Electoral, el alcalde reiteró que durante su campaña para presidente municipal “un chaparrito pelón” trabajador de la CFE le ofreció dinero pero no le especificó a cambio de qué favores, por lo que rechazó la oferta al suponer que la intención era conseguir su apoyo para la presa La Parota.
Salgado Macedonio consideró que el conflicto social derivado del proyecto es porque no hubo persuasión entre los comuneros.
“Lo que hace es un tratamiento social (…) porque la gente (de las comunidades afectadas) es buena”, aseguró.
Reiteró que en los cinco meses que lleva como presidente municipal la CFE no ha mostrado ningún interés en acercarse al Ayuntamiento para hablar sobre el proyecto.
Dijo que la paraestatal debe presentar sus estudios de impacto ambiental y entre ellos las implicaciones de que Acapulco se ubique en una zona de choque entre las placas tectónicas, conocida como la Falla de San Andrés; “es una zona sísmica y se debe evaluar, no vaya a ser que al rato vaya a causar mas daño que beneficio”.
El alcalde informó que ya solicitó al magistrado del Tribunal Unitario Agrario que solicite a la CFE el retiro de la maquinaria, pero que la respuesta que recibió es que no están dentro del litigio que los comuneros siguen contra la paraestatal.
Dijo que la presa La Parota estaba dentro de su proyecto de gobierno cuando fue candidato a gobernador en 1999, pero que ahora se entiende que está en contra porque atiende a los comuneros opositores.
“Yo comulgo con las presas, yo soy un seguidor de la política de Lázaro Cárdenas (del Río), las presas son buenas para el riego”, pero, explicó, una obra de esta naturaleza no se puede construir en “un baño de sangre”, en alusión a que se pretenda hacer la obra con el uso de la fuerza pública.
El alcalde recordó que en 1996 él estuvo en contra de la construcción de una presa en San Juan Tetelcingo, en el periodo de Rubén Figueroa Alcocer.
Dijo que en ese entonces era senador de la República y que fue amenazado con una arma de fuego por apoyar a los comuneros.

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