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La Iglesia católica oraría en lugares donde ocurran hechos violentos, plantea el arzobispo

Argenis Salmerón

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfías Merlos, dijo que el ataque armado en la avenida Costera, cerca de donde estaba cenando el gobernador electo Héctor Astudillo Flores, refleja que continúa la violencia en Acapulco, “es muy importante que todos lo que generan violencia sepan del grave daño que hacen y que provocan ese miedo, que lastima y daña al pueblo”.
En su conferencia dominical, el arzobispo planteó que la Iglesia católica hará oración en los sitios donde haya balaceras o hechos de violencia. Añadió que el toque de queda, como lo planteó el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, no aporta para construir la paz y transformar el ambiente.
Manifestó que el ataque violento del sábado por la noche no fue contra el gobernador electo, “es muy importante entenderlo lo que expresa él, que no fue contra su persona”.
Consideró que no fue una agresión directa contra Astudillo Flores, “eso lo marca el mayor impacto de lo que sucedió contra él, fue una balacera, que algunas se han dado desgraciadamente en otros lugares de Acapulco, y era contra otro grupo”.
“Curiosamente no lograron detener a nadie, las autoridades aún no identifican de qué se trató, pero lo que es claro que no fue una agresión contra el gobernador electo”, recalcó.
Garfías Merlos dijo que las expresiones de violencia que hay en Acapulco están dentro de la iniciativa Guerrero es Primero, “estamos buscando alternativas para colaborar con las autoridades.
Dijo que el toque de queda en Acapulco, que planteó el alcalde por el repunte de violencia, no es la respuesta que logrará el compromiso y esfuerzo de paz, “yo creo que más que toque de queda, vamos a salir todos a los lugares públicos, vamos a ir a los lugares donde se generen estos hechos violentos, nosotros como Iglesia hemos hecho esa expresión, en su momento pienso que ha sido positiva”.
El arzobispo comentó que el gobierno municipal está proponiendo trabajar el problema de la violencia con el Consejo Interreligioso de Colombia y la Iglesia, para hacer un convenio de colaboración conjunta, “nosotros haremos el proceso de perdón y reconciliación”.
Informó que el sacerdote originario de Colombia, Leonel Narváez García, expondrá su experiencia en la violencia en el gobierno municipal.
Añadió que la Iglesia católica está dialogando con el presidente municipal Velázquez Aguirre, y con otras iglesias que no son católicas, para plantear su colaboración y aportación para contrarrestar el miedo natural de las personas cuando ocurre un hecho violento, como el que sucedió el sábado por la noche en la Costera.
Vaticinó que el proyecto con el alcalde se formalizará por medio del Consejo Interreligioso de Colombia, y exhortó que de la misma manera se lo propondrá al gobernador electo Astudillo Flores, antes de la toma de protesta, aunque dijo que hasta este domingo no hay acercamiento con él.
El sábado, el alcalde Velázquez Aguirre declaró que se podría analizar un toque de queda parcial en la ciudad por el repute de la violencia, aunque dijo que sería complicado por ser un lugar turístico.
Garfías Merlos leyó su comunicado dominical y explicó que la iniciativa Guerrero es Primero consiste en buscar acuerdos y construir una ruta de trabajo, a fin de colaborar en el rescate del estado, desde la participación de la sociedad civil y anteponer los intereses sociales sobre los particulares, el bienestar de todos los guerrerenses.
Comentó que la Iglesia católica está participando y colaborando con esta iniciativa, que busca construir propuestas y acciones que impulsen un desarrollo sustentable y una democracia participativa, para construir una paz duradera en Guerrero.

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