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Reclaman familiares a los cinco ejecutados; no tenían nexos con el narco, aseguran



Brenda Escobar Zihuatanejo

Familiares de los cinco ejecutados el domingo 30 en la localidad de Coyuquilla Norte, en el municipio de Petatlán, reconocieron y reclamaron ayer los cadáveres y manifestaron que sus parientes no tenían problemas con nadie.
Desde muy temprano, los familiares de Salvador Medina Narváez u Olivares, de 33 años de edad; Miguel Ángel Huerta Castrellón, de 39; Jorge Salas Rodríguez, de 40; José Luis Valenzuela Barrón, de 27; y José Guadalupe Maldonado Salazar, de 37, acudieron a declarar en la agencia del Ministerio Público del fuero común, para identificar los cuerpos y reclamarlos.
De acuerdo con el señor Salvador Medina Chávez, de 49 años, padre de Salvador Medina Narváez –inicialmente se había manejado el apellido Olivares, pero el papá dijo que es Narváez–, cuando los seis individuos salieron de la PGR, su hijo se comunicó con una persona a Torreón, Coahuila, para avisarle que habían salido “de la cárcel” y que la camioneta se había quedado.
“Lo último que alcanzó a decir es ‘ahí vienen de nuevo’, y ya no volvimos a saber nada de ellos”. Agregó que su hijo estaba casado, que era originario y domiciliado en Torreón, Coahuila y que junto con sus compañeros, “eran socios y andaban vendiendo mercancía por muchas ciudades, antes habían llegado hasta Uruapan, en Michoacán, era la primera vez que venían para acá”.
Blanca Patricia Salas Rodríguez, hermana de Jorge Salas, dijo que no tenía conocimiento de por qué fueron privados de la vida de esa manera; que los seis se dedicaban a vender mercancía por diversas ciudades de la República y que no contaban con recursos para trasladar los cadáveres a su lugar de origen, y solicitó ayuda de las autoridades.
A pregunta de un reportero, rechazó que se hayan dedicado al narcotráfico o que se dedicaran a otras actividades ilícitas, “ellos se dedicaban a trabajar, ellos no hacían nada de eso”.
El hijo de Miguel Ángel Huerta Castrellón, Miguel Ángel Huerta Soto, platicó a los reporteros que su papá tenía poco tiempo de dedicarse a vender mercancía, al igual que otros de sus compañeros muertos, aunque no señaló cuáles de ellos y tampoco a qué se dedicaban antes.
Los familiares de los fallecidos fueron auxiliados con alimentos por parte del DIF municipal, porque dijeron que son de escasos recursos económicos.
Por otra parte, fuentes de la PGR en esta ciudad, revelaron que antes de que los seis detenidos fueran puestos a disposición del MP federal, la policía preventiva de Petatlán llamó varias veces a esta dependencia para solicitar que los agentes de la AFI fueran por ellos.
La misma fuente agregó que no es usual que las corporaciones municipales soliciten a la AFI que vaya a traer a los detenidos, “hasta el mismo Ejército traslada a sus detenidos para ponerlos a disposición del MP federal, por eso nos extrañó la insistencia de la policía preventiva de Petatlán, finalmente ellos mismos los trajeron ese viernes 28 por la tarde”.
El delito por el que los remitió la dirección municipal de Seguridad Pública de Petatlán fue por comercialización de artículos de dudosa procedencia; de acuerdo a la fuente, el MP federal citó que el delito era equiparable al contrabando, por lo que tenía que haber una querella por parte de la Secretaría de Hacienda, ya que traían en su poder, 44 pares de bocinas marca Pionner.
Según la fuente, en el MP federal, los entonces detenidos declararon que se dedicaban a la compra y venta de fayuca y que no pagaron multa.
“Como se trató de días inhábiles, no hubo quien en la Secretaría de Hacienda en Acapulco y Lázaro Cárdenas le mandara una querella al MP federal, por lo que se les dejó libres a las 7:00 de la tarde del sábado 29, pero les aseguraron la camioneta, porque ésta última no pudieron acreditar la propiedad y salieron de las oficinas como a las 7:30 de la noche, porque estaban pidiendo información de cómo le podían hacer para recuperarla, hasta ahí, es todo”, concluyó.

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