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La fumigación y distribución de abate desmoviliza a la gente, acusan investigadores de la UAG

*Los vecinos de colonias y comunidades creen que es suficiente para acabar con las larvas de los mosquitos que trasmiten el dengue y el chikungunya

Jacob Morales Antonio

Investigadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) alertaron que en los lugares donde se fumiga y se entrega abate, el virus del dengue y la chikungunya aumentó, porque la gente cree que será suficiente para acabar con las larvas y los mosquitos transmisores del virus.
Al respecto el subdirector del departamento de Vectores del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Fabián Correa Morales, dijo que la gente se ha vuelto “renuente” en participar en acciones de prevención.
En el primer día de la Cátedra Nacional de Medicina, que culminará el miércoles, el director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud, Rufino Silva Domínguez, dio a conocer que hay un mayor número de mujeres infectadas de chikungunya en el estado, pero no se han presentado decesos como ocurre con el dengue hemorrágico.
Ayer, en un panel fueron abordadas desde distintos puntos de vista las enfermedades emergentes transmitidas por vector, como el dengue y el chikungunya. En su participación la doctora e investigadora del Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales (CIET), Elizabeth Nava Aguilera, dijo que el abate desmotiva a la población a participar en programas de prevención contra la larva y el mosquito transmisor.
Sostuvo que de acuerdo a estadísticas hay una mayor propagación del los virus del dengue y chikungunya donde se fumiga y entrega abate, mientras que en los lugares donde se interviene con medidas de prevención la propagación es menor.
El investigador del CIET, Arcadio Morales Pérez, indicó que un estudio de 90 comunidades en el estado donde se ha aplicado como medida de prevención la distribución de peces, ha tenido una mayor efectividad en el control de la reproducción de larvas y ha evitado la propagación de los virus que son transmitidos por el mosquito aedes aegypti.
El director del CIET, José Legorreta Soberanis, comentó que hay un mayor porcentaje de la población que asiste a médicos particulares para la atención por los virus. El catedrático coincidió que el abate y la fumigación no ha funcionado, tampoco reduce el riesgo de tener la enfermedad. Además desmoviliza a la gente y arranca un ciclo vicioso de dependencia hacia las autoridades.
De acuerdo con el director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud, Silva Domínguez, Acapulco es el municipio con mayor número de casos de chikungunya confirmados al tener mil 602 contagios y la región de Tierra Caliente reportó 60 casos confirmados de acuerdo con datos de las últimas semanas.
De los mil 602 casos confirmados en Acapulco, mil 50 corresponde a mujeres y 552 a hombres. Reveló también que el 95 por ciento de la población sabe qué es el dengue, pero poco hace para prevenir la enfermedad.

La población no participa: Cenaprece

En su intervención, el director de Programas de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Cenaprece, dijo que el problema de las infecciones por dengue y chikungunya se dan dentro de la vivienda por la pasividad de la sociedad para participar en los programas de prevención.
Afirmó que la única forma de prevención que hay para evitar la transmisión por la picadura del mosquito es el insecticida, porque “no hay una participación comunitaria”. Abundó que una vacuna tampoco sería la solución del problema, porque radica en la participación y vigilancia de la sociedad.
Dijo que el dengue, la chikungunya y el zika (enfermedad similar a las otras dos) van a llegar para quedarse en el país y más en los municipios como Acapulco donde predomina el clima cálido. El funcionario alertó que “hay sospecha de que pudiera haber defunciones por chikungunya” porque “estamos escribiendo la historia de este padecimiento”.
En declaraciones precisó que las muertes asociadas al chikungunya pueden estar vinculadas a gente que tiene enfermedades terminales como el VIH o cáncer, pero en ninguna parte del mundo ha ocurrido un deceso.
Correa Morales informó que en Acapulco y las costas se logró contener la infección de chikungunya en dos meses con la fumigación del área que costó 30 millones de pesos al estado y la federación, en mayo.
Indicó que en México para la prevención del dengue se invierte el 10 por ciento (unos 300 millones de pesos) de la inversión total en prevención de dengue que destina Brasil.
Además mencionó que la gente en el país es mediática, mientras ve campañas en radio y televisión o ve trabajadores en sus colonias piensa que se está trabajando, pero mientras no lo exista piensa que no hay trabajos, y reiteró que la participación de la gente en las campañas de prevención es “renuente”.

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