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Firman el alcalde y el Consejo Interreligioso un acuerdo para el rescate de Acapulco

*La violencia y la inseguridad no pueden ser una constante, dice Evodio Velázquez. “Colombia empezó igual que Acapulco, construyendo la paz desde dentro, una ciudad con cultura, civilización nueva y valores”, afirma el sacerdote de ese país y presidente de la Fundación para la Reconciliación, Leonel Narváez Gómez

Mariana Labastida

El gobierno municipal y el Consejo Interreligioso firmaron un acuerdo para el rescate de la ciudad, y de ello el alcalde Evodio Velázquez celebró la unidad de voluntades para evitar que la violencia e inseguridad sean una constante.
El presidente de la Fundación para la Reconciliación, Leonel Narváez Gómez, expuso que las armas son el fracaso de la palabra, que junto con el narcotráfico la venganza es el arma más malvada y que la paz inicia en la familia y escuela.
Indicó que la prevención es más barata que la intervención, y anunció la creación de escuelas del perdón.
La firma del acuerdo se realizó en la cancha techada del parque de la calle Durango y asistieron los representantes de las diferentes iglesias que integran el Consejo Interreligioso, presidido por el sacerdote Salvador Cisneros, y asistieron el arzobispo Carlos Garfias Merlos y regidores.
El alcalde expuso que es momento para escribir la historia de Acapulco unificando criterios con respeto a la promulgación de la fe: “estoy convencido de que lo que hoy vamos a realizar, el construir un acuerdo de voluntades entre todos y todas que están en el Consejo Interreligioso, pero más entre todos los que estamos preocupados por la situación que se vive en Acapulco, Guerrero y en el país”.
Dijo que “sé que muchos están dispuestos a poner un grano de arena para construir una vida mejor empezando por el hogar, con unidad y esperanza, en creer en un ser que nos guíe y que nos dé la luz para seguir adelante, que nos permita abrir la conciencia y el pensamiento, guiarnos por el camino del bien y trabajar con amor hacía el prójimo y hacía Dios”.
Resaltó que unificando criterios entre los que llevan la palabra de Dios, la fe y los que hacen política pública se puede salir adelante para no ser señalados constantemente por las cifras de violencia e inseguridad.
El alcalde confió en que “unidos se puede blindar a los jóvenes y a los niños, trabajar de manera conjunta para generar paz, armonía y equilibrio”.
Agregó que el reto es cambiar la historia de Acapulco: “vamos juntos a cambiar la historia para bien de esta familia acapulqueña, que Dios los bendiga, los ilumine y nos dé la oportunidad de demostrar que se puede”.
El sacerdote colombiano Leonel Narváez, quien fue intermediario en el diálogo entre el gobierno de su país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), expuso que estaba en Acapulco con “un poquito de vergüenza”, porque de su ciudad origen, Medellín, se originó “esta escuela perversa de narcotraficantes, ahí nació el patrón del mal” que, dijo, infectó a México junto con su arma más malvada que es la venganza.
Enfatizó que aunque no han coronado la paz en Colombia, empezó igual que en Acapulco, construyendo la paz desde dentro, construyendo ciudad con cultura, civilización nueva y valores.
Afirmó que se siente orgulloso de Medellín porque fue nombrada la ciudad más inovadora a nivel mundial el año pasado, por ello se congratuló cuando le pidieron que trajera las experiencias de paz y progreso a Acapulco.
Puntualizó que las armas son el fracaso de la palabra, que en Colombia después de 60 años entendieron que se tenía que dialogar, negociar las diferencias y en pocos meses se firmó el primer preacuerdo para la paz como también se anhela en Acapulco. Leonel Narváez explicó que se empezó a trabajar en encuentros interreligiosos y también con los medios de comunicación que, comentó, son los artífices de la paz como de la guerra, y convocó a los empresarios de los medios a ganar más con la paz que con el odio.
“La paz tiene dos escenarios fundamentales: la familia y la escuela”, y mencionó que ya expuso al alcalde Evodio Velázquez que la prevención de los delitos es 800 por ciento más barata que la intervención.
“Hoy es un día histórico en la humildad del acto que estamos haciendo acá, estamos anunciando el futuro nuevo de Acapulco y nosotros queremos que ustedes crean que esta semillita, por pequeña que sea, se va a multiplicar y será semilla de muchas otras de la querida anhelada paz para Acapulco”, manifestó el prelado católico.
Anunció la construcción, con intervención del gobierno municipal, de la primera escuela del perdón, como existen en Latinoamérica, África y Europa, y enfatizó que la paz se va a venir de las mujeres “porque los hombres han generado guerra, armas y violencia”.
Después pidió a la presidenta del DIF, Perla Martínez de Velázquez, que soltara una paloma que fue el símbolo para que Acapulco se convierta en centro de paz y reconciliación.
Por su parte, el arzobispo Carlos Garfias felicitó al alcalde por la iniciativa de atraer experiencias que se han desarrollado en otros lugares que padecen violencia, y enfatizó que era significativa la firma del acuerdo porque se estaba expresando el verdadero sentido de lo que es el estado laico.
“Hoy podemos ver que el gobierno acepta la libertad religiosa y todas las expresiones de culto y fe que pueden haber en un pueblo”, dijo el arzobispo, y agregó que como Iglesia los católicos tienen su propia organización y proyectos, sin embargo trabajan en comunión y pluralidad con el resto de las expresiones religiosas “para construir la paz y transformar la violencia e inseguridad que vivimos”.
Resaltó que los ciudadanos guiados con las autoridades deben de trabajar juntos para hacer frente a los hechos violentos y enfrentamientos; y los convocó a hacer campaña por el perdón y reconciliación, así como a participar en las diferentes actividades que se organicen como los Sábados Culturales y Domingos Deportivos que es como  “pueden construir la paz”.
El representante de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Juan Añorve Mejía, aseguró que el acuerdo que se firmó cambiará las cosas y con el gobierno municipal se tendrá éxito.
Informó que cada domingo a las 12 del día en todas las iglesias se ora por los gobernantes y que han visto la disminución de la violencia, “no hemos llegado al extremo de Colombia pero nos falta poco”.
De la Asamblea de Dios, Francisco Martín llamó a fortalecer la célula familiar “y se verán resultados pronto”.
El representante de la Iglesia de Jesucristo y los Santos de los Últimos Días, Carlos Barbosa Guzmán, expuso que se sentían abandonados por las autoridades porque no escuchaban sus peticiones y por eso empezaron a orar por os gobernantes.
Agregó que Acapulco se encuentra sumido en la ignorancia de los valores y respeto, los cuales se rescatarán con las acciones que se realicen luego de la firma del acuerdo.
De la Iglesia la Luz del Mundo, Miguel Ángel Torres, resaltó que se trabajará en conjunto en las actividades culturales, artísticas, deportivas entre otras, para la paz .

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