Develan una placa en honor a Rocío Mesino a dos años de su asesinato en Mexcaltepec

*Acuden familiares y organizaciones sociales al puente, donde exigen justicia para la dirigente de la OCSS, la libertad de los presos políticos y la presentación con vida de los 43 normalistas

Francisco Magaña

Atoyac

Como parte de la conmemoración del segundo aniversario luctuoso de la dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) en Atoyac, Rocío Mesino Mesino, su familia y organizaciones sociales recordaron la fecha con la develación de una placa.
Después de una misa en la iglesia de Santa María de la Asunción, la familia y organizaciones sociales se trasladaron al lugar donde fue asesinada, en el puente de Mexcaltepec, donde coordinaba los trabajos para reabrir el paso a la sierra de Pie de la Cuesta, incomunicada por la Tormenta Manuel.
En el nuevo puente,  donde también pinta un mural la asociación civil Fundación Lucio Vive, se develó una placa y exigieron justicia por el asesinato de Rocío, así como la libertad de los presos políticos y la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotiznapa.
A dos años de la muerte de la dirigente social, la familia y organizaciones sociales coinciden en que sin justicia no puede haber paz.
Señalan que se deben mantener unidos para encarar y exigir al gobierno estatal y federal justicia por las muertes de los luchadores sociales que han sido asesinados, sin que a la fecha haya justicia, además de que otros luchadores sociales están presos e incomunicados.
El movimiento social refrendó su apoyo a la OCSS y a la familia Mesino para exigir justicia por el asesinato de sus hijos Rocío y Miguel Ángel Mesino.
Los oradores destacaron el trabajo social y humanitario que caracterizó a Rocío Mesino, quien también buscaba crear conciencia en la sierra acerca de la libertad.
Por ello, su asesinato es un crimen de Estado, por sus pensamientos liberales, los que sostienen, siguen vivos y han dejado una semilla que germinará en la sociedad que hoy la recuerda.
El mejor tributo a su memoria, dijeron, es que se siga organizando y creando conciencia en la población de que las cosas pueden cambiar para bien.
El acto también fue para solidarizarse con los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, quienes exigen la presentación con vida de sus hijos.
Al término de la ceremonia se hizo un rosario debajo del antiguo puente, donde fue asesinada Rocío, haciendo una cruz con flores blancas y gritando: “Rocío Vive, la lucha sigue”.
Las actividades culminaron con la presentación de un libro del escritor Felipe Fierro, quien fue su maestro cuando era pequeña en la comunidad de Agua Fría.