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Critica los requisitos de la convocatoria para nombrar directores provisionales del CEE




Señor director:
De antemano agradezco la oportunidad de que este texto se publique en su prestigiado medio de comunicación.
Me anima a distraer su atención y la de sus lectores a un asunto que, por extraño que parezca, ha pasado desapercibido, pero cuya flagrancia debiera merecer la reflexión, el análisis e, incluso, la intervención de las comisiones de Derechos Humanos.
Me explico: en días pasados el Consejo Estatal Electoral publicó una convocatoria para nombrar, en calidad de provisionales, a sus directores Jurídico, de Informática, de Comunicación Social y de Coordinación Electoral. Es plausible, desde luego, que dicho procedimiento sea transparente y que profesionistas guerrerenses puedan competir, en igualdad de condiciones, por ocupar tales encargos en el entendido de que su designación y desempeño serán para bien de Guerrero.
Sin embargo, la convocatoria no es tan “abierta” y “pública” como se anuncia, si bien ha merecido amplia difusión, según las siguientes consideraciones que podemos observar en la lista de bases y requisitos, los cuales, por decir lo menos, son ofensivos y discriminatorios en aspectos fundamentales y atentan en contra de las garantías individuales de muchos guerrerenses.
1.- Uno de los requisitos para aspirar a alguna de las nominaciones aludidas es “tener residencia efectiva en la entidad durante los cinco años anteriores a la fecha de publicación de la presente convocatoria”. Me pregunto, señor director, cuáles habrán sido los criterios de los responsables de elaborar la convocatoria para decidir la eliminación, de un plumazo, de decenas, cientos o quizá miles de guerrerenses que emigran a otras entidades y a Estados Unidos como resultado, precisamente, de la falta de oportunidades de empleo y preparación en nuestra entidad. A menos que alguien demuestre lo contrario, entiendo que la enorme mayoría de quienes emigran no lo hacen por gusto o por mero placer, sino por necesidad, por obligaciones de carácter profesional o en búsqueda de mejores condiciones, de tal manera que hacerlos a un lado cuando hay la posibilidad de sumarlos a la lucha por ampliar nuestras libertades es, francamente, un acto aberrante de exclusión. Que se les gane, si tal es el caso, sí, pero en las pruebas del procedimiento, no antes de llegar a las ventanillas de inscripción.
2.- Figura también entre los requisitos para aspirar a tales cargos el presentar credencial de elector expedida específicamente en el estado de Guerrero. Es el mismo caso que el anterior, es decir ¿cómo pedirle a alguien que se ha visto obligado a trabajar fuera de la entidad que cuente con una identificación oficial emitida en su estado de origen si, como ya se comentó, trabaja fuera de nuestro territorio porque acá no tuvo oportunidad de encontrar empleo?
3.- Igualmente discriminatorio es que se plantee como requisito la presentación de la cédula del título de la profesión a la cual el interesado se dedica, pues sabido es que en nuestra entidad muchos, muchísimos profesionistas cumplen su labor sin disponer de tal registro. Se entiende la intención de profesionalizar un servicio tan importante como el electoral, pero al menos en este caso se elimina de la competencia a una gran cantidad de profesionistas que quizá nunca hayan tramitado su cédula profesional y que, sin embargo, tengan más experiencia y conocimientos que otros que sí cuentan con dicho documento, sobre todo en carreras cuyo ejercicio se funda más en la práctica que en un comprobante administrativo.
Lo triste, como subrayamos líneas arriba, es que este asunto ha pasado casi desapercibido, a pesar de que la convocatoria se publicó el pasado fin de mes en distintos medios de comunicación.
Ojalá y las asociaciones de profesionistas y gremiales relacionadas con los cargos a examinarse opinen al respecto y que nuestros comisionados en Derechos Humanos también nos ofrezcan su aportación y consigan, por lo menos, revertir y reponer el procedimiento, por ser un asunto de interés público, a menos que todos admitamos y avalemos que las eventuales contrataciones tienen una dedicatoria casi con nombres y apellidos.
Ellos tienen la palabra. Tal vez logremos que tanto los guerrerenses que aquí radicamos como los que han tenido que emigrar, que siguen teniendo a Guerrero como su patria chica, seamos vistos como iguales y no clasificados como de primera y de segunda.
Nuevamente, gracias por su atención.

Atentamente
Elino Villanueva

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