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Zeferino no es perredista y quisiera ser de otro partido, dice la hermana de Felipe Calderón


Ricardo Castillo Díaz

A bocajarro, muy a su estilo. Sin que se le pregunte, ella solita. La senadora del PAN María Luisa Calderón Hinojosa suelta: el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo no sólo “no es perredista, quisiera él ser de otro partido”.
Y rumbo a la elección presidencial del próximo 2 de julio, la panista analiza que esto sería una ventaja para su hermano el candidato presidencial Felipe Calderón, pues Guerrero, pese a la alta influencia que tiene el PRD, no es un estado que represente una cascada de votos a favor de Andrés Manuel López Obrador, y tampoco espera que se vuelquen las fuerzas hacia el tabasqueño desde el gobierno del estado.
En plan de proselitismo a favor de su hermano Felipe, presunto nuevo puntero de las encuestas de la contienda por Los Pinos, la senadora Calderón Hinojosa aprovechó para quedarse de fin de semana en su casa de descanso que tiene en el puerto en el exclusivo club residencial del Mayan Palace, donde recibió este sábado a El Sur.
Más identificada por su archienemistad con su coordinador de bancada en la casona de Xicoténcatl, Diego Fernández de Cevallos, a la senadora panista se le pregunta al término de la entrevista al pie de la puerta de su pequeña residencia, junto a la Windstar blanca que la trajo con por lo menos seis integrantes de su familia que siguen en la alberca, en el disfrute de su chapuzón:
–¿Y qué dice El Jefe?, ¿ya se porta mejor con usted?
–Pues no me habla, tú.
–¿De plano?
–De plano. Hace unos días se quiso aprobar una ley sobre un asunto de género, pero yo encontré ahí un par de cosas que no chocaban, y yo de inmediato dije ‘esto va pa’atrás’. Entonces a lo mejor los del PRI le dijeron que se iba a atorar conmigo. Pero prefirió no ir, no decirme nada. Prefiere decirle a (la priísta) Dulce María (Sauri) que mejor no, que no se pudo, antes que irme a pedir algo a mí.
La Guadalupana nos mira desde la trabe de la entrada donde se encuentra colgada. Más conocida por sus compañeros de partido como La Cocoa Calderón, la senadora tiene el cabello mojado. Está lista para dirigirse a una reunión privada con medianos empresarios de Acapulco y comerciantes, convocados, entre otros, por el presidente de la Canaco, Abelardo Luna. Ya la esperan en el restaurante El Fogón, de Costa Azul, propiedad del ex diputado local panista en la segunda mitad del periodo de René Juárez Cisneros, Max Tejeda Martínez, alejado ya de la política, dedicado ahora por completo a sus negocios.
En la entrevista en la sala de su casa del Mayan, la senadora considera que en Guerrero “hay como mucho ánimo” en favor de su hermano, el candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón. “Yo acabo de llegar, por ahí de las 12 del día para alcanzar algo de sol, y la gente me dice que está puesta, que van a votar por Felipe, pero además creo que también en Guerrero hay un voto anti Madrazo, pero también hasta un voto anti Peje”, dice.
Punto y seguido y sin pregunta de por medio, es cuando agrega: “El gobernador Zeferino Torreblanca no es perredista, quisiera él ser de otro partido, que por cierto, no supimos abrirle la puerta a tiempo en el PAN, pero bueno, yo creo en su sensatez”.
Explica que entre los panistas existe la certeza de que Torreblanca no está en la lógica de “meter” a su equipo de gobierno para inclinar la balanza en el estado en la elección presidencial. Guerrero, agrega, no está considerado por la élite del PAN entre los estados perredistas que haya que “cuidar”.
Es más, dice, tampoco su natal Michoacán, donde gobierna el perredista Lázaro Cárdenas Batel. “Mira, yo creo que Lázaro es un hombre honesto, no sólo no se meterá en la elección por las diferencias que puedan tener ahí con Andrés Manuel. Pero además no hay que olvidar que Felipe es de allí”, dice la senadora, que en su primera frase se refiere al distanciamiento público entre López Obrador y el grupo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que se refleja con mayor contundencia en el vecino estado, donde se dice que el perredismo se debe al cardenismo.
“Y de los demás gobiernos del PRD, pues tampoco creo que Amalia (García) lo haga en Zacatecas. Seguramente sí lo hará la estructura que dejó ahí (el ex gobernador) Ricardo Monreal, que esa sí es real, que tiene verdaderamente un equipo que va a hacer su trabajo desde el gobierno, y bueno, le tenemos guardado ahí lo de sus constructoras, que se lo vamos a sacar”, advierte la senadora Calderón.
Agrega que “en el caso de Baja California Sur, pues aunque lo hagan, ya ves que representa el cero punto sesenta y tantos por ciento de la votación, pero en el caso del Distrito Federal ya lo hemos visto, y bueno, en los municipios del estado de México”.
Insiste en que “hay una buena expectativa en Guerrero”. Y aunque “si bien es cierto nuestra fuerza mayor no está en estos estados, sí estamos viendo una buena respuesta de la gente”.
En este estado, insiste, “hay una generación nueva que ha avanzado, que ha sumado gente inteligente de este estado, que quiere a su estado, con influencia en la sociedad y esperemos que el efecto de la elección presidencial nos ayude a mantener una condición de crecimiento”. Una condición que convertiría al PAN en el partido que pueda llenar el hueco de oposición que dejó el PRD, según sus cálculos.
–¿A qué atribuyen los panistas a que de última hora se hayan cerrado las encuestas? –se le plantea como primera pregunta de la entrevista.
–Bueno, creo que hay dos cosas. Primero, que el Presidente de la República está bien aceptado, está bien calificado, y esa es una primera ventaja, sobre todo por sus logros en materia de vivienda, más que nada en materia macroeconómica, y eso la gente lo sabe. Eso es un elemento que la gente lo sabe, eso es un argumento para que la gente voltee a ver al PAN como una opción. Segundo, bueno, Felipe es un candidato muy trabajador, sale de abajo y está acostumbrado a ello, a venir de abajo y reposicionarse.
–¿Pero qué encuentran ustedes que hubo del lado de Felipe Calderón que le ayudó a despuntar, y qué hubo del lado de López Obrador que le afectó tanto como para bajar?
–Yo creo que Andrés Manuel ya había llegado a su techo, cuando empezó con las fallas en la estrategia ya había llegado a su techo y lo que le quedaba era mantenerse o comenzar a bajar. Y Felipe todavía tenía un tramo que recorrer, de repente le pisa y le mete. El primer tramo de la campaña Felipe recurrió al voto duro del PAN, que había votado en el año 2000 por el presidente Fox y que en el 2003 había cambiado. Entonces, la primera parte fue traer al voto duro, y segundo, empezó a tener una campaña hacia los indecisos. Si tu recuerdas Felipe a mediados de febrero dijo ‘vamos mal’, ‘vamos a evaluar’. Yo creo que el haber enderezado la estrategia a tiempo nos dio una buena perspectiva y estamos recogiendo los resultados. Haber enderezado desde febrero, haber planificado mejor el trabajo para convencer a los indecisos, pues este ahora es el resultado. Del lado del adversario, insisto, creo que ya había llegado a su techo. Y creo que en todo el país hay un voto anti Peje y anti Madrazo. Para el equipo de Felipe era muy importante llegar a la Semana Santa manteniéndose en segundo lugar, para que el voto del PRI no comenzara a inflarse. Y era importante llegar al debate manteniéndose en este mismo lugar. Por supuesto que el debate es importante y lo vimos en las encuestas posteriores.
–¿De veras creen que hay un voto contra López Obrador?, ¿anti Peje, como le llama?
–Bueno, desde que comenzó la campaña ya lo veíamos. Quedó claro, la gente se convenció de ello cuando comenzó a desesperarse. Hay un voto anti Peje desde antes cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal. Y hay ese voto porque la gente quiere a su país. Yo creo que en el Gobierno de la Ciudad (de México) hubo ejemplos muy claros, con altos índices de desempleo, es el 30 lugar de los estados en el país; con el endeudamiento que, por cierto, no sabemos de dónde ha sacado dinero que ya está comprometido como deuda; la falta de transparencia, en fin, su actitud, su disposición a romper la legalidad. Todo eso, obviamente, lo ve la ciudadanía.
–¿Cómo le van a hacer para no confiarse? Leonel Cota reconoce ya que puede haber un empate técnico, según el próximo resultado de la encuesta de Mitofsky. Felipe Calderón ha llamado a no bajar la guardia, pero yo escucho en usted algo de ánimo triunfalista.
–No al contrario, es nuestra actitud, lo que pasa es que las encuestas lo han confirmado, la de GEA, que en febrero nos ponía 10 puntos abajo hoy le da a Felipe una ventaja, pero vamos a seguir trabajando para consolidarlo. Tenemos claro que el proceso electoral mediático se acaba cuando comience el Mundial de futbol y la campaña de aire no la terminamos, pero sabemos que su efecto va a ser menor porque la gente va a estar más interesada en el futbol. Por eso ahora vamos por la batalla en tierra, a reforzarla, y vamos a terminar de convencer desde abajo a la sociedad.

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