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Toman padres la primaria Ocampo en Iguala; exigen la salida de la directora por malos manejos

Alejandro Guerrero

Iguala

Madres de familia de la primaria estatal José A. Ocampo, de la colonia San José en esta ciudad, tomaron las instalaciones de la escuela para pedir la salida de la directora Rosa María Cambray, para quien piden una auditoría por un presunto mal uso de recursos y la señalan de cobrar cuotas obligatorias, de 200 pesos, a cada padre.
A partir de las 8 de la mañana, unos 80 padres de familia se plantaron en la entrada de la escuela, para impedir la entrada de maestros, alumnos y la directora Rosa María Cambray, quien según los padres lleva 38 años en el cargo y desde hace cuatro años tiene también el nombramiento de supervisora, de la zona escolar 35.
Los padres exigen una auditoría a la directora por el uso discrecional de los recursos del programa Escuela de Tiempo Completo, que llega al plantel y que según los padres es de 95 mil pesos por cada ciclo escolar.
Denunciaron que la directora cobra cuotas obligatorias, de 200 pesos, a cada uno de los cerca de 150 padres de familia e impide la entrada a la escuela a los hijos de quienes no hacen las aportaciones; además, cobra 5 pesos por el uso del teléfono, en 10 pesos las constancias y en 80 pesos por el uso del internet, por lo que padres de familia de bajos recursos económicos han tenido que cambiar de escuela a sus hijos.
Aseguraron que la directora recibe cada cuatro o seis meses despensas para los 12 grupos de la escuela, como parte del programa de Escuela de Tiempo Completo, pero sólo le da alimentación a alumnos de dos grupos.
Los padres demandan que la directora salga de la institución y se le aplique una auditoría, ya que no hay registro de que haya entregado algún informe de ingresos y egresos de la escuela al comité de padres de familia.
Informaron que en la escuela hay dos directoras, pues a partir de este ciclo escolar 2015-2016 quedaría al frente de la escuela la maestra Lorena Abundio Gama, pero Cambray no quiere abandonar la escuela para dedicarse a sus funciones de supervisora.
Cerca de las 9 de la mañana, la directora confrontó a los padres de familia, a quienes empujó y quitó de la entrada de la escuela, después, con el apoyo de una piedra, la directora rompió el candado que los padres habían puesto a la puerta y se metió a la escuela.
Ante esta actitud, los padres de familia determinaron no permitir la entrada de sus hijos, por lo que las clases se suspendieron.
Los padres emplazaron a que si el próximo 27 de octubre la directora no ha abandonado la escuela, ésta será tomada de forma indefinida “hasta que se vaya”.

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