Es de Los Rojos quien trató de extorsionar al rector de la UAG, se escucha en una grabación

*Durante 14 minutos un hombre, quien dijo pertenecer al grupo delictivo, le dice a Saldaña que su “amo y señor” le pidió llevarlo a una casa de seguridad ubicada en una zona hotelera y que el pago de la cooperación voluntaria será “por primera y única vez”

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

Un presunto integrante del grupo criminal Los Rojos fue quien contactó vía telefónica al rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, el sábado pasado, a quien le pidió una cooperación voluntaria con el crimen organizado “por primera y única vez”.
En la grabación de la llamada que recibió Saldaña Almazán, a la cual El Sur tuvo acceso, el interlocutor, quien durante los 14 minutos que dura el audio no proporciona su nombre, le dijo al rector que su “amo y señor” le pidió llevarlo (a Saldaña) a una casa de seguridad ubicada en una zona hotelera, no precisó de qué lugar del estado, para presionarlo.
“¿Cómo medir fuerzas contigo, por qué? Yo no ando buscando nada ni nada”, se escucha decir a Saldaña Almazán al inicio de la grabación, a un hombre que se dirige al rector en tono calmado, al principio y después, agresivo.
– Yo lo que pretendo es que no subestime la forma tan humilde en que se le está tratando, en lo que estamos dialogando, si yo le estoy dando la consideración es por mera presentación de mi jefe, de mi amo supremo, ahora bien a mí me habían invitado que lo trajéramos a una de nuestras casas de seguridad acá en la zona hotelera; sin embargo, rector usted sabe de antemano que para nosotros es más fácil entablar diálogos pacíficos– le contesta el interlocutor.
El interlocutor, le aseguró a Saldaña Almazán que “lo que me interesa es mantener mi plaza tranquila” y que estaba “metiendo las manos al fuego” por él (el rector), además de que le preguntó en reiteradas ocasionas si “va a jalar” con el grupo delincuencial por primera y única ocasión, “dígalo por seguro doctor Javier, que mis muchachos no tiene por qué molestarlo ni a usted ni a sus hijos, eso es lo más importante”.
El intelocutor le insistió a Saldaña Almazán a que de manera voluntaria propusiera una cifra con la cual apoyaría al grupo delincuencial Los Rojos, y aunque el rector expuso que por su cargo en la UAG, gana cerca de 20 mil pesos quincenales, se le exigió que hiciera “un esfuerzo”.
Saldaña Almazán le dijo que le llamaría en una hora, ya que se encontraba (el sábado) en una consulta médica en la 35 Zona Militar, a lo que el hombre le contestó “realmente yo no hago dos llamadas, la segunda llamada se la hace el forense, yo estoy siendo claro y he tomado el tiempo pertinente, no le he molestado, sabemos su agenda de trabajo”.
El interlocutor le dijo a Saldaña Almazán que estaba en su derecho de hablar con las autoridades “con el mismísimo gobernador (Rogelio Ortega Martínez), con el mismísimo presidente de la nación (Enrique Peña Nieto), pero usted sabe que los 365 días del año no me lo van a estar custodiando, no me le van a estar prestando seguridad privada para usted”.
Ante la advertencia de su interlocutor, Saldaña Almazán preguntó: “¿De cuánto estaremos viendo que le apoye?” a lo cual le respondió que “yo no quiero pedirle porque si le pido, le pido como chingado loco, yo no quiero que se meta en problemas por una cantidad que yo le diga”.
El interlocutor le aseguró a Saldaña Almazán que sería la “primera y única ocasión” en que la delincuencia organizada se comunicaría con él, además de que “si usted quiere desaparezco de su vida y de su familia, pero aquí lo más importante es que usted se sienta respaldado”.
Saldaña Almazán le expuso a su interlocutor que gana 18 mil pesos a la quincena, por lo que sólo podría otorgarle dinero de su salario.
El interlocutor le dijo a Saldaña Almazán que tenía en sus manos sus estados de cuenta, y que tiene “mucha gente infiltrada en corporativos bancarios”.
“¿De qué grupo eres tú?”, le preguntó Saldaña Almazán a su interlocutor, “yo estoy representando a la banda de Los Rojos, bajo la dirección de los Beltrán Leyva, usted sabe a lo que me refiero, estamos haciendo un diálogo a que la guerra se termine”, le contestó.
Ante la respuesta, Saldaña Almazán argumentó que cortaría la comunicación y volvería a comunicarse, pero la voz de otro hombre irrumpió en la conversación y dijo: “Nada de que déjeme salir de mi consulta, aquí te estamos dando la consideración”.
Después de varios minutos, en los cuales Saldaña Almazán insistió en que no podía depositar más de 50 mil pesos, los hombres le dieron el número de cuenta del banco HSBC 6429721867 a nombre de Alfonso Hernández, y esperaban que el pago se hicieran antes de las 2 de la tarde del 17 de octubre. El cual no se hizo.