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Gana el PRI seis estados pobres y el PRD tres; reparten municipios en Guerrero

Daniela Rea / Agencia Reforma

Ciudad de México

En la elección del 1 de julio, el voto de los municipios y estados con más altos niveles de pobreza se repartió entre el PRD y el PRI, a diferencia del proceso electoral de 2006, donde el sufragio de estados pobres benefició al candidato perredista.
Ahora, de los diez municipios con más rezago social, seis se inclinaron por el priista Enrique Peña Nieto y cuatro por Andrés Manuel López Obrador.
De los diez estados con más rezago social, seis fueron para Peña Nieto, tres para López Obrador y uno para Josefina Vázquez Mota.
Para el PRI fueron los municipios de Cochoapa el Grande, Guerrero; Batopilas, Chihuahua; Del Nayar, Nayarit; Mezquital, Durango; Mixtla de Altamirano, Veracruz, y Mezquitic, Jalisco. Salvo Cochoapa y Mezquitic, el resto de los municipios se encuentran en estados gobernados por priistas.
Para el Movimiento Progresista fueron los municipios de San Juan Petlapa, Oaxaca; Chalchihuitán, Chiapas; Tehuipango, Veracruz, y Metlatónoc, Guerrero.
En lo que respecta a los estados, Guerrero, Oaxaca y Puebla dieron su voto mayoritario a López Obrador; mientras que Chiapas, Campeche, Hidalgo, Michoacán, San Luis Potosí y Yucatán apoyaron a Enrique Peña Nieto. Vázquez Mota sólo triunfo en Veracruz, entre los estados más pobres.

Mueven tendencias

El respaldo de los más estados pobres se movió respecto de 2006. El PRD mantuvo el triunfo en Guerrero y Oaxaca, pero lo perdió en Chiapas, Veracruz, Michoacán, Hidalgo y Campeche.
Salvo Veracruz, que ganó el PAN, el resto fueron tomados por el PRI. Por su parte, el PRI no ganó en ninguno de los estados pobres en el proceso de 2006, y en esta contienda le quitó además de triunfos a la izquierda, San Luis Potosí y Yucatán al PAN.
En ninguno de los diez municipios y estados con muy alto y alto rezago social ganó Vázquez Mota.
Sobre las tendencias municipales, los cambios fueron menores. De los diez municipios con mayor rezago social, sólo dos cambiaron su preferencia: Chalchihuitán, Chiapas, votó por el PRI en 2006 y este año por el PRD; Mezquitic, Jalisco, dio triunfo al PAN en 2006 y ahora al PRI. Cochoapa el Grande aún no existía como municipio, era una comunidad de Metlatónoc.
De acuerdo con los registros del PREP, la participación promedio en esos municipios fue de 66 por ciento, tres puntos arriba del promedio nacional. Sin embargo, hubo algunos donde se llegó a 80 por ciento de participación, como Chalchihuitán, Chiapas, y Mixtla de Altamirano, Veracruz, con 78 por ciento. En Mezquitic, Jalisco, se registró la participación más baja, con 49.3 por ciento.
La encuesta de REFORMA sobre el perfil de los votantes, publicada el 2 de julio, reflejó que López Obrador ganó principalmente por el voto de jóvenes, urbanos, con más escolaridad y con tendencia ideológica de izquierda; por su parte, Peña Nieto tuvo el apoyo de votantes de escolaridad básica y amplia ventaja en la votación rural.
Los votos de las personas con menos escolaridad fueron captados por Peña Nieto, pues se llevó 48 por ciento de quienes tienen la primaria. Las zonas rurales apostaron por él en 44 por ciento.

Lecturas

Gerardo Esquivel, académico de El Colegio de México, destacó que no se puede establecer una relación estrecha entre voto y nivel de pobreza, aunque de manera general, se puede decir que el PRI y el PRD se repartieron los estados pobres y el PRI y el PAN los estados ricos.
“Los pobres se dividieron entre el PRI y el PRD. Básicamente, con excepción de Chiapas, esta división dependió del partido que los gobierna; por ejemplo, Guerrero y Oaxaca fueron para el PRD, mientras que Veracruz para el PRI”, dijo en entrevista.
En Chiapas, entidad gobernada por la la coalición que lanzó a López Obrador, salvo un distrito de Tuxtla Gutiérrez, la votación mayoritaria fue para el PRI.
Esquivel consideró que este año se rompió con la tendencia del voto de los pobres por una combinación de aspectos, como el cambio del discurso de López Obrador, quien pasó del “primero los pobres” a un discurso más dirigido a las clases medias urbanas; por la irrupción del PRI durante el proceso en las zonas rurales, que le permitió recuperar el voto duro, y por la ambigüedad en el discurso priista que le permitió robarle simpatías al PRD.
Por su parte, Carlos Galindo, demógrafo y consultor, consideró que si bien el PRI recuperó el voto duro en las zonas rurales, el triunfo del Movimiento Progresista en algunas zonas y el alto índice de electores -en algunas secciones hubo participación de hasta 80 por ciento- reflejan un claro deseo del cambio de la política social y económica.
“Los más pobres, con bajos niveles de estudio, votaron por el PRI. Eso te habla de que fue en los sectores pobres donde se definió ahora esta elección. La operación política del PRI en esas zonas fue exitosa, el ejemplo donde fue más evidente es Chiapas, se trabajó con grupos en situación de pobreza, se incidió en el voto”, afirmó Galindo.

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