Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Presenta el FUSDEG a seis detenidos acusados de pertenecer a bandas delictivas en Xaltianguis

*Los señalan de asesinato, secuestro, extorsión y de estar infiltrados en la Policía Comunitaria. Dos de ellos participaron en la ejecución del promotor de la UPOEG, Miguel Ángel Jiménez Blanco, indica el comandante Salvador Alanís Trujillo durante una reunión en la comunidad

Jacob Morales Antonio

En una reunión realizada ayer en la cancha de la comunidad de Xaltianguis, integrantes del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) presentaron a seis personas detenidas por los delitos de asesinato, secuestro, extorsión y por estar infiltrados en la Policía Comunitaria.
Los integrantes del FUSDEG llamaron a la población a reestructurar a la Policía Comunitaria del lugar para evitar infiltrados de la delincuencia organizada.
De acuerdo con el promotor y comandante del FUSDEG, Salvador Alanís Trujillo, dos de los detenidos participaron en el asesinato del promotor de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Miguel Ángel Jiménez Blanco. Dijo que la Policía Federal tenía los audios en los que confesaron el crimen.
Durante la reunión, los familiares de los detenidos y algunos asistentes negaron las acusaciones y exigieron a los integrantes del FUSDEG que se presentara a las personas que los señalaron.
Los propios inculpados negaron haber participado en los hechos y afirmaron que habían sido forzados a declarar. Uno de ellos mostró moretones por golpes en las costillas y la espalda que, aseguró, le propinaron los policías del FUSDEG en la base del Ocotito, a donde se los llevaron.
A la reunión asistieron unas 300 personas de la comunidad y al principio escucharon atentas los delitos que se les atribuía a los detenidos y aplaudieron el esfuerzo del FUSDEG, pero después de que se les permitió hablar a tres de los familiares de éstos, una conocida y a dos acusados, un tercio de los presentes apoyó a los familiares.
En ese momento los integrantes del FUSDEG retiraron del lugar a los detenidos y durante su traslado a una camioneta de redilas, hubo un intento de los familiares de liberarlos.
Madres, esposas, hijos e hijas reiteraron la inocencia de sus parientes.
La madre de Arturo Moreno Chino, uno de los acusados, denunció que los integrantes del FUSDEG no permitieron que un abogado lo asistiera, “aquí se meten a putazos, golpean las puertas, yo les pido orden de cateo y no cargan, allá en la Costa Chica cargan orden de cateo, si llevan entran y si no no entran”.
Durante la reunión los promotores de Xaltianguis hacían preguntas como “¿Es mucho pedirles que respalden a su Policía Comunitaria?” y “¿Estamos dispuestos a seguir tomándonos de la mano por la lucha para encontrar la paz para su pueblo?”.
Estuvo presente el comisario de Xaltianguis, Vicente Barrientos Trujillo, además de las autoridades del corredor de las comunidades que conforman del FUSDEG del Valle de Ocotito.
Alanís Trujillo dijo que a petición de la Policía Comunitaria de Xaltianguis y después de 12 asesinatos sin resolver, una joven secuestrada de la que se pagó un rescate y no se sabe nada y de un joven desaparecido que tampoco se sabe dónde está, la policía de Ocotito intervino.
Explicó que el operativo y la investigación tuvieron un costó de 11 mil 200 pesos, y que en un inicio no hubo avances porque “la misma Policía Comunitaria estaba dividida, tampoco se nos brindaba la información que necesitábamos” y por eso cambiaron la estrategia.
Informó que se descubrieron cinco grupos delincuenciales: Los Pelones, otro conformado por jóvenes asaltantes de la colonia San Miguelito; la Familia Moso; el del Chichalaco y el Mike y el comandado por Isidoro Pineda.
“En este momento se ha detenido a siete personas que pertenecen a cuatro de los grupos delictivos, se ha encontrado su participación en robos, extorsiones y el asesinato comprobado de 6 personas, además del autosecuestro de una joven”.
Alanís Trujillo presentó al integrante del grupo Los Pelones, “está casi extinto con la detención de Arturo Moreno Chino”.
Siguió: “en el grupo de Amado Ramos, Chichalaco y su primo Miguel Ángel Ramos, Mike…es el enemigo del grupo delincuencial de Isidoro Pineda, y en esta misma rivalidad se dan la mayoría de los asesinatos en Xaltianguis, ya que luchan por el control del territorio. Este grupo fue en su momento aliado y protegido de Jiménez Blanco”.
Acusó que con ese grupo delictivo se había enfrentado a los integrantes del FUSDEG en dos ocasiones y que infiltró a la policía de Xaltianguis con Uriel Jiménez Ramos, a quien se le comprobó que “halconeó” a un elemento del grupo rival de nombre Sergio Hernández, El Pelón, asesinado hace unos días en el poblado y quien era mano derecha de Isidoro Pineda.
Infirmó que el grupo de Los Mosos asesinó a tres personas, dos de ellos comunitarios, “es una familia que se encuentra en algún lugar de la sierra y baja ocasionalmente al poblado a asesinar a civiles y después se retira nuevamente a las montañas”.
Alanís Trujillo siguió: “el grupo de Isidoro Pineda “es el más activo y sanguinario de todos” y se le ha comprobado el asesinato del promotor de la UPOEG, Miguel Ángel Jiménez Blanco, y de cinco personas más entre ellas el comandante de Mojoneras, Ramiro Guevara Salgado, muerto la noche del lunes y a quien se le brindó un minuto de aplausos en la reunión.
También infiltraron a la Policía Comunitaria con “dos halcones y se dedicaban al robo de ganado”.
Alanís Trujillo recordó que Isidoro Pineda fue detenido por la UPOEG a su llegada a Xaltianguis, pero después el promotor de la UPOEG, Ernesto Gallardo Grande, y Neftalí Villa Gómez lo liberaron.
Indicó que el detenido Felipe González Márquez (infiltrado en la Policía Comunitaria) participó en cuatro asesinatos y  en el de Jiménez Blanco y por matarlo cobró 10  mil pesos.
Mientras que el señor Evaristo Encarnación Romero, de la colonia San José, filtraba información siendo policía comunitario a el Goyo, jefe de sicarios de Isidoro Pineda.
A las 6 de la tarde los reporteros presentes se retiraron por la tensa situación entre los familiares y los policías comunitarios, quienes iban armados con armas largas y mantenían un cerco de vigilancia en los alrededores.

468 ad