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Que no se prejuzgue a los estudiantes acusados de delicuentes, pide un sobreviviente de la lucha de 1960

*En el acto de conmemoración de los 55 años de la búsqueda de la autonomía de la UAG, Arturo Miranda llama a la sociedad a exigir el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y de Lucía Baltazar

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

Durante la ceremonia del 55 aniversario del inicio de la lucha por la autonomía universitaria, el director de la Unidad Académica de Ciencias de la Educación, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), y sobreviviente del movimiento estudiantil de 1960, Arturo Miranda Ramírez, llamó a la sociedad a no prejuzgar a los estudiantes que son señalados como delincuentes y a exigir que se esclarezcan los casos Ayotzinapa y de la estudiante de Artes, Lucía Baltazar Miranda.
La ceremonia se llevó a cabo en la alameda Granados Maldonado, frente al monumento a los caídos de 1960, y asistieron el rector Javier Saldaña Almazán, el secretario general José Alfredo Romero Olea, la viuda de Armando Chavarría Barrera, Martha Obeso Cázares; así como los sobrevivientes del movimiento, Miranda Ramírez y Constantino Salmerón Catalán; además de funcionarios, maestros y estudiantes de la UAG.
En su intervención, Miranda Ramírez recordó la lucha por la autonomía universitaria y señaló que la persecución de estudiantes no cambió con el paso de los años, como lo prueba el hostigamiento que reciben los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, de parte del Estado.
Miranda Ramírez dijo que la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), auspiciado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), comprueba su versión de los ataques en Iguala, la cual expuso en su libro Los 43 normalistas que conmocionaron a México, donde plantea que fueron paramilitares, soldados y policías federales, los que de forma premeditada mataron y desaparecieron a los normalistas, para beneficiar al PRI en las elecciones del 7 de junio.
Miranda Ramírez señaló que al principio, los normalistas de Ayotzinapa fueron vinculados con el crimen organizado, con lo que las autoridades golpearon la lucha social que inició en octubre del año pasado, para exigir la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos, por lo que pidió a los presentes en la ceremonia que no prejuzguen a ningún estudiante que sea acusado de ser delincuente.
Miranda Ramírez dijo que lo mismo está ocurriendo con la estudiante de Artes de la UAG, Lucía Baltazar Miranda, quien se encuentra recluída en la prisión de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, acusada de delincuencia organizada y tráfico de personas.
Cuando Miranda Ramírez refirió el caso de la estudiante de Artes, no menció su nombre pues al parecer se le olvidó durante su discurso, por lo que dijo “la estudiante…se llama…es de Artes…” a lo que varios presentes en la ceremonia gritaron “¡Lucy!”
Miranda Ramírez pidió a la sociedad que no se prejuzgue a los estudiantes, que por el contrario se manifeste para exigir el esclarecimiento de ambos casos, pues no se debe emitir una postura sin conocer la verdad.
Por su parte, Saldaña Almazán en su intervención aseguró que los universitarios no olvidarán a los que dieron su vida por la máxima casa de estudios, y conmemoró al ex diputado, Armando Chavarría Barrera, y al maestro emérito, Rafael Bonilla Romero, como dos miembros de la UAG que siempre estuvieron dispuestos a contribuir con el bien de la universidad.
Saldaña Almazán reprobó los ataques en Iguala y pidió justicia para los normalistas de Ayotzinapa, así como para las familias de los líderes sociales y personas que han sido víctimas de desaparición forzada o asesinatos de Estado.
Sobre el tema, Saldaña Almazán, se refirió de manera expresa al caso de Armando Chavarría, el cual no se ha esclarecido, por lo que llamó a las autoridades del gobierno estatal a investigar los hechos, de manera que se castigue a los responsables de su homicidio.
Por último, Saldaña Almazán declaró que la UAG ya no es la universidad que sólo pide apoyos, sino que ahora la máxima casa de estudios también ha llevado propuestas ante el gobierno estatal para mejorar las condiciones educativas en Guerrero.
Aunque por motivos de salud, los líderes del movimiento estudiantil de 1960, Pablo Sandoval Cruz y Jesús Araujo, no pudieron asistir a la ceremonia, fueron conmemorados por los presentes por su valentía.

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