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Muere un joven que resultó herido en el ataque en Iguala a los ejidatarios de Carrizalillo

Alejando Guerrero

Iguala

La madrugada de ayer, a causa de las heridas de bala que recibió en el ataque del miércoles a ejidatarios de Carrizalillo, murió José García Morales, de 21 años, quien fue alcanzado por una bala en la cabeza.
Fuentes ministeriales confirmaron que a las 00:30 de la madrugada de ayer, sólo cinco horas después del ataque, José García Morales murió en las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con sede en la ciudad de Iguala, donde había sido internado en Terapia Intensiva, luego de haber recibido un balazo en la cabeza, además de otros balazos en el cuerpo.
La noche del miércoles, García Morales resultó herido cuando  hombres armados atacaron a balazos a ejidatarios de Carrizalillo, Zumpango, afuera de una casa de la calle Arquitectos, en la colonia Nuevo Horizonte, al norte de Iguala.
En la balacera también resultó herido de varios disparos, en tórax y estómago, Jesús Santos Jiménez, de 43 años, suegro de García Morales, quien fue trasladado a un hospital de Acapulco, según fuentes cercanas a la familia.
Ayer, en el domicilio marcado con el número 23 de la calle Arquitectos, en la colonia Nuevo Horizonte, fueron velados los cuerpos de los ejidatarios de Carrizalillo, Antonio Peña Montiel, de 69 años y su hijo Onofre Peña Celso, de 50 años.
En marzo de este año, en este mismo domicilio fueron velados los cuerpos de los trabajadores de la mina canadiense Gold Corp, Juan Carlos Peña Celso, de 21 años, Mauro Galicia Peña, de 23 años y José Elí Merino González, de 28 años, quienes fueron hallados asesinados el 13 de marzo, pero en esta ocasión los familiares no permitieron el acceso a los reporteros.
Hasta ayer ninguna autoridad había dado a conocer información relacionada con las investigaciones de este ataque que dejó cuatro muertos y un herido de gravedad, ni de
de la búsqueda de los agresores.
Según familiares de las víctimas, éstas eran extorsionadas por el dinero que recibían de la mina Gold Corp, y esto ya lo habían denunciado ante las corporaciones policiacas estatales y federales, así como con el Ejército, pero nadie les brindó seguridad.

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