Deja fuera a 70 mujeres, empresa contratada para la confección de uniformes escolares

Francisco Magaña

Atoyac

Unas 70 costureras con 135 empleadas denunciaron, en voz de Berna Rosas, que fueron dejadas fuera del proyecto de confeccion de uniformes por empresa DIPSA, a quien le fue encomendada la confección de más de un millón de uniformes por el gobierno del estado, que los entrega de manera grauita cada ciclo escolar a estudiantes de primaria.
Lo anterior lo denunciaron en Atoyac, el grupo de costureras del municipio, que junto con otras costureras del El Suchi y Rancho Alegre del Llano, del municipio de Tecpan, y San Marcos, en la Costa Chica, resultaron ganadoras del concurso que lanzó el gobierno para ser parte del proyecto.
Las afectadas piden la intervención del gobernador Ángel Aguirre Rivero, ya que acusan que la empresa DIPSA las usó para respaldarse en su petición, de que el recurso de dicho proyecto quedara en el estado, el cual originalmente se había dado a una empresa en el DF, “y hoy nos deja fuera simplemte porque no aceptamos el pago de 12 pesos, cuando el compromiso fue que sería el pago de 16 pesos por prenda, en nuestro caso las faldas, querían ganar más a expensas de nosotras”.
Asimismo, pidieron la intervención la Secretaría de la Mujer, por considerar que se les dañó moralmente.
Las costureras citaron que el supervisor de la empresa, Abraham Lagunas, orilló a sus empleadas, a quienes, sin presencia de ellas, le tomó fotografías donde las manipuló para que se dejaran tomar fotos con carteles de que no sabían coser, “las puso como si fueran delincuentes, con carteles, ese señor quiere confundir y distorsionar las cosas para que no se respete el acuerdo, nosotras ante que él fuimos ganadoras del concurso con la empresa del DF, y él se cobijó en nosotros para que le dieran el contrato, argumentando que el recurso debería de quedarse con los guerrerense y logró que se le diera el 70 por ciento del recurso, 68 millones de pesos, y el resto que es un 20 por ciento, a la empresa del DF”.
Cuestionaron que Abraham Laguna, despues de que se quedaron con la mayoría del proyecto, comenzó a ponerles trabas, como fue con la supervision diciendo que iba un día y no llegaba, que no tenía los docuentos de que eran parte del proyecto, el cual le volvieron a enviar “y el día que fue lo esperamos desde las 9 de la mañana y aprovechó que dejamos a las empleadas y tomó a cada una de nuestras compañeras humillándonos, poniéndonos un letrero de que no sabíamos coser; no nos quiso dejar el trabajo, vino rápido, nunca nos quiso ver por cómo ibamos hacer el trabajo”.
Demandaron que el gobernador intervenga ante la actitud de la empresa, ya que señalaron que son en su mayoría madres solteras y muchas se endeudaron para adquirir máquinas de coser, “y nos dejó fuera, nosotros hicimos el pedimiento de algunas máquinas, estamos endeudadas por que agarramos unas máquinas, dijimos que pagariamos sobre la marcha; ibamos a irlas pagando poco a poco, con tal de que nos diera el trabajo nos quedamos endeudadas, estamos esperando el trabajo”.