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Bloquean civiles la Costera y se enfrentan a federales por la aprehensión de siete hombres

Redacción

Unas 100 personas, entre vecinos, comerciantes y taxistas, bloquearon ayer la Costera y se enfrentaron a policías federales a golpes para exigir la liberación de siete hombres que fueron detenidos presuntamente por el delito de secuestro, durante una operación del Guerrero Seguro.
Los inconformes bloquearon las oficinas de la Policía Federal en el edificio Costera 125, y se enfrentaron a golpes con los agentes a quienes les tiraron piedras y botellazos, mientras que a gritos les exigían la liberación de los detenidos, lo que originó que los oficiales solicitaran apoyo y al lugar llegaran 10 patrullas y más de 50 efectivos que replegaron a los manifestantes a empujones. Los inconformes quebraron el vidrio de una patrulla cuando trataron de liberarlos.
Los familiares de los detenidos, acompañados del presidente del colegio de Abogados Penalistas del Estado de Guerrero, Alfredo Alfredo Pérez Zárate, denunciaron que los federales capturaron a los jóvenes, por lo que acudieron a las instalaciones de la corporación para que se los devolvieran. Fuentes policiacas indicaron que los siete hombres son “presuntamente secuestradores”.
Los inculpados son Rigoberto Rodríguez Nava, de 20 años; Ignacio Rodríguez Nava, de 18 años; Felipe Martínez Ávila y Francisco Martínez Rentería, quienes, según los inconformes, fueron sacados en sus domicilios ubicados en la colonia 5 de Mayo, ayer por la madrugada “con lujo de violencia”.
Así como Juan Carlos Gutiérrez Castro, Alberto Vidal López y José Manuel Reyna Calderón, quienes fueron sacados por los efectivos de un hotel ubicado en el bulevar de Las Naciones, a las 7:30 de la mañana.
Las patrullas que participaron en el arresto fueron la número 11391 y 14366 de la Policía Federal.
Antes de las 2 de la tarde, unos 100 vecinos llegaron a las oficinas de la Policía Federal y bloquearon desde la calle Hernán Cortés a Israel, con unos 70 taxis de ruta alimentadora y blanco y azul, así como particulares que colocaron en medio de la calle para impedir la salida de las patrullas.
Los detenidos se encontraban en el interior de una tanqueta de la federal conocida como el Rinoceronte, que se encontraba a un costado del edficio Costera 125.
Los policías primero trasladaron a tres de los detenidos que se encontraban en el interior de la tanqueta y los pasaron a una patrulla, pero varias mujeres se subieron a la tanqueta para impedir el traslado.
Ante esta acción los manifestantes bloquearon desde la esquina donde se encuentra la tienda Frogs hasta la salida que está en la entrada del hotel Crowne Plaza, con el afán de rescatar a los tres detenidos. Allí arrojaron botellas de plástico y vidrio, además de piedras, contra los efectivos de la Policía Federal y contra una patrulla estacionada en la calle, en la que se trasladó a los primeros tres detenidos.
Varias mujeres, algunas llorando, se subieron a la patrullas para impedir el traslado de sus familiares, mientras que los demás trataban de abrir la puerta del vehículo para sacarlos pero los policías se los impidieron.
Durante el forcejeo uno de los detenidos cayó al piso, mientras que al otro los policías lo metieron a la patrulla que quedó con vidrios rotos.
Los policías optaron por evacuar a los detenidos en la patrulla por los accesos del hotel Crowne Plaza.
Al mismo tiempo, unos 70 vehículos sitiaron las calles Israel, Hernán Cortés y Costera, y a gritos de “Suéltenlos, suéltenlos” y “los golpearon, son inocentes”, más de 100 familiares, vecinos, comerciantes y taxistas demandaban que les entregaran a los hombres.
Los inconformes, al resistirse a ser desalojados por los agentes federales, empezaron a gritar y lanzar consignas contra ellos y comenzaron los empujones; los federales apenas pudieron dispersar a los manifestantes al dividirlos en dos grupos.
Durante la agresión, los comerciantes continuaron lanzando piedras a los policías federales y a sus unidades, por lo que éstos, que no traían armas, formaron una valla con los brazos entrelazados para evitar el acceso a la calle de los manifestantes y los replegaban a empujones sobre los costados y una esquina de la Costera.
Posteriormente fueron trasladados los otros cuatro hombres detenidos en una patrulla al Ministerio Público Federal de la  Procuraduría General de la República.
Los familiares y manifestantes, encabezados por Pérez Zárate, exigieron la liberación de los siete detenidos.
De los hombres aprehendidos en el hotel, Jessica García Zamudio, esposa de uno de ello, explicó que ”los agentes se metieron, a los huéspedes los encerraron, les quitaron las llaves de sus carros, nos robaron nuestras pertenencias y también a ellos, golpearon a una mujer embarazada” .
“Lo único que hacen es asustar al turismo, están rompiendo con los derechos de la ciudadanía, a mis hijos los empujaron, tienen 2 años, me amenazaron que me los iban a quitar, que se los iban a llevar al DIF”, se quejó.
Juan Carlos Gutiérrez Castro, Alberto Vidal López, José Manuel Reyna Calderón fueron detenidos en el interior del hotel San José, al realizar una supuesta revisión sin ninguna orden a las 7:30 de la mañana de ayer.
Alfredo Pérez Zarate señaló que las movilizaciones se intensificarán debido a que desconocen cuáles son los delitos, además de que cuatro de los detenidos fueron sacados de sus viviendas y los otros tres de un hotel.
Aseguró que los policías federales cometieron delitos de tortura, abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad, desaparición forzada de personas y robo, además de que violan las garantías individuales de las personas detenidas.
Informó que se interpondrá una queja ante la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum).

La versión de la Policía Federal

Por separado, el comandante de la Policía Federal solamente explicó ante reporteros de manera breve que “hubo detención por motivos de algunos delitos y estamos haciendo nuestro trabajo”.

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