Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Nuevos enfrentamientos entre indígenas y el gobierno colombiano dejan un muerto

DPA

Bogotá

Una nueva jornada de enfrentamientos entre indígenas del departamento colombiano de Cauca (suroeste) y la fuerza pública dejó hoy un campesino muerto y al menos dos más heridos, en el marco de una movilización de nativos que pretenden sacar a los actores del conflicto armado de sus territorios.
Los hechos se registraron entre los municipios de Caloto y Corinto, en un punto conocido como Huasanó, cuando los indígenas se enfrentaron a policías antimotines que desde el miércoles llegaron a la zona para evitar el bloqueo del camino que comunica a los poblados.
El alcalde de Caloto, Jorge Arias, explicó que el cadáver del agricultor de 24 años no ha sido evacuado de la zona porque los enfrentamientos continúan. Además precisó que cerca del lugar se registran enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC y el Ejército.
“Durante la tarde en Huasanó se presentaron alteraciones del orden cuando un grupo de campesinos que habían bloqueado la vía trataron de ser dispersados por agentes del orden. Hay un muerto”, dijo Arias en diálogo con la edición digital del diario “El Tiempo” de Bogotá.
Al parecer, el joven murió tras recibir un disparo. Sin embargo, las autoridades aún no reportan las causas del deceso.
La comunidad indígena Paez, que vive en varios municipios de Cauca, inició una movilización para protestar por los frecuentes ataques de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los ataques, que se presentan desde hace meses, se intensificaron notoriamente desde el pasado 6 de julio cuando las FARC lanzó explosivos de fabricación artesanal contra la estación policial del municipio de Toribío, pero muchos de estos se desviaron e impactaron en casas habitadas por civiles.
Desde la semana pasada los nativos comenzaron una movilización para excluir de sus territorios tanto al Ejército, como a la Policía Nacional y a las FARC.
Los momentos más tensos se vivieron el martes y miércoles pasados, cuando unos mil indígenas sacaron a empujones a unos 200 militares encargados de vigilar equipos de comunicaciones en la cima de un cerro en Toribío.
Cerca de 600 policías de un escuadrón antimotines recuperaron el miércoles el control del lugar en una operación en la que más de 20 indígenas resultaron lesionados.
Un nuevo foco de tensión surgió el mismo día en el municipio de Caldono, también en Cauca, donde un indígena murió por disparos hechos por militares en un retén del Ejército.
Los paeces rodearon el lugar para impedir que unos 30 militares pudieran movilizarse hasta que la muerte del joven sea investigada.

Representantes del gobierno y de los indígenas acordaron entablar las conversaciones con el compromiso de que los nativos dejen de hostigar a la fuerza pública.
El gobierno colombiano advirtió ayer que en el diálogo no se negociará la presencia de la fuerza pública en Cauca y por el contrario anunció la llegada de 20.000 hombres para reforzar la seguridad en la región.
“La fuerza pública va estar en todo el territorio y no es algo en discusión. El Estado y los funcionarios del gobierno somos los primeros en decirlo”, advirtió el ministro del Interior, Federico Renjifo.
Tras una primera reunión, los indígenas propusieron hoy al gobierno que se cree una comisión de “alto nivel” con carácter ministerial y “con poder decisorio” para discutir una solución a la problemática.
Los aborígenes también pidieron que no se judicialice a los nativos que participaron en los enfrentamientos con la fuerza pública en los últimos días, como lo había advertido el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Lluvias dejan 10 mil damnificados en el sur de Colombia

Unas 10 mil personas resultaron damnificadas por inundaciones originadas por las fuertes lluvias que azotan a una zona del sur de Colombia, informaron ayer autoridades del departamento de Putumayo.
Según el Consejo Departamental de Gestión del Desastre, la situación más grave se registra en los municipios de Puerto Asís, San Miguel y Valle del Guamuez, que suman entre sí cerca de 160 mil habitantes, donde las inundaciones son más extensas.
La Gobernación de Putumayo pidió a los habitantes de esas y otras zonas de la provincia estar atentos a eventuales llamados para evacuar sus casas ante el aumento del caudal de los ríos.
Por otra parte, el desbordamiento de una quebrada a raíz de un aguacero ocasionó en la madrugada de ayer serios daños en el municipio de Mistrató, en el departamento de Risaralda (centro-oeste), donde varios vehículos fueron arrastrados por el agua.
Portavoces del cuerpo de bomberos dijeron que la fuerza del agua levantó el pavimento de varias calles.
Las autoridades locales dijeron que la inundación dejó cerca de 400 familias damnificadas.

468 ad