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Protestan ante la PGR familiares de los detenidos por el caso Ayotzinapa

Daniel Velázquez

Familiares y amigos de los cuatro detenidos por su presunta responsabilidad en el asesinato de dos estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa marcharon por las calles de Acapulco para exigir la liberación de Alejandro Hernández Paz y Puente, Rocío Cruz Méndez, Rey David Cortés Flores e Ismael Matadamas Salinas.
Un centenar de personas se congregó junto al centro comercial La Gran Plaza, en la calle Wilfrido Massieu, y de ahí marchó hacia las instalaciones de la subdelegación de la PGR en Acapulco, donde entregaron una carta dirigida a la procuradora general de la República, Marisela Morales Ibáñez.
Al llegar a la subdelegación de la PGR lo que encontraron fueron las puertas cerradas con candados, un par de perros sueltos junto al acceso principal y a los trabajadores de la dependencia tomándoles fotografías con cámaras digitales o teléfonos celulares desde los cristales.
No salió nadie a explicar porqué cerraron la puerta; la madre del ex subprocurador Alejandro Hernández Paz y Puente, María Lilia Paz y Puente López, y la esposa del detenido, María Dolores López Torreblanca, se pusieron en la puerta a pedir que las dejaran pasar, que sólo iban a entregar a un documento, pero estuvieron bajo el sol por unos 15 minutos mientras los trabajadores de la subdelegación de la PGR sólo las observaban desde el cristal de la puerta sin decir nada.
Con un megáfono explicaban el motivo de su presencia: “abran la puerta, no tengan temor, no somos policías federales para golpear a nadie”, pero no hubo ninguna autoridad que saliera a atenderlos.
Quien salió fue un guardia de seguridad privada a preguntar quién entraría y para qué; le explicaron el motivo de su presencia, se dio la vuelta y regresó a la oficina sin decir nada; después volvió y pidió que despejaran la puerta, que sólo estuvieran en la entrada las personas que ingresarían o de lo contrario no abriría la puerta y se marchó de nuevo.
En la puerta empezaron a pedir que unas 20 personas que estaban aglomeradas en la puerta se alejaran; algunos se retiraron, pero otros ahí permanecieron, y al regresar el guardia de seguridad abrió la puerta y sólo dejo pasar a dos personas y volvió a cerrar con cadena y candado la puerta principal.
En la carta entregada en la subdelegación de la PGR exigen a la procuradora “el sobreseimiento de la causa” por la que están presos Alejandro Hernández Paz y Puente y Rocío Cruz Méndez, debido a que el Ministerio Público de la Federación convalidó la liberación de los 24 estudiantes detenidos, por lo que en la acusación contra la administración de justicia y encubrimiento “hay corresponsabilidad”.
También acusan al secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, de mantener a los detenidos como rehenes para evitar asumir la responsabilidad que tiene la Policía Federal en el asesinato de los dos estudiantes normalistas. “Es extraño que ningún sujeto de la corporación federal esté sujeto a juicio”, dicen.
Advierten con llevar a cabo una huelga de hambre para exigir que se haga justicia y responsabilizan a García Luna de cualquier represalia que sufran los familiares o los detenidos.
“Señor presidente, esto no es un acto de valentía pero la indignación es más fuerte que nuestra cobardía. Deben investigarse los hechos con seriedad, sin engaños ni privilegios”, se lee en la carta que firman “los que estamos sujetos a proceso y sus familiares”.
La marcha salió de la calle Wilfrido Massieu, después siguió por la avenida Cuauhtémoc y después por la calle Mar Mediterráneo hasta llegar a la subdelegación de la PGR; en el recorrido la consigna fue exigir la liberación de los cuatro detenidos.
En las cartulinas que llevaron se leía “justicia que se aclare la verdad”, “exigimos justicia para detener a los verdaderos asesinos de los estudiantes”, “señor gobernador no nos deje solos atentamente los ministeriales”, “licenciado Alberto López Rosas los acapulqueños te apoyamos”.
Desde un equipo de sonido que encabezó la marcha se escucharon otras consignas, como “no se vale que los policías federales estén gozando de libertad cuando ellos son los responsables”, “estamos en contra de la parcialidad de no tocar a la Policía Federal”.
La manifestación concluyó cuando la madre y la esposa de Alejandro Hernández salieron de la subdelegación de la PGR con la carta dirigida a Marisela Morales con el sello de recibido.

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