Impulsa la Semaren y la Intercultural una Reserva de la Biósfera en La Montaña

Sergio Ferrer

Tlapa

Taurino Hernández Moreno responsable de la de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en La Montaña, aseguró que se busca con una Reserva de Biósfera conservar la flora y fauna en la región.  Dijo que ello indicaría un proceso opuesto a la instalación de mineras a cielo abierto.
La semana pasada, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), Carlos Toledo Manzur se reunió con el rector de la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG), Rafael Aréstegui Ruiz para impulsar la declaratoria de la reserva.
Mientras que existen en el otro polo  autoridades federales, estatales y transnacionales que están interesadas en la explotación de los minerales presentes en capas terrestres bajo las cuales habitan indígenas o bien son parte de territorio comunitario, la Semaren promueve la creación de la Reserva de la Biósfera en la región  Montaña Alta de Guerrero.
El polígono proyectado para la Reserva de la Biosfera comprende 157 mil 628  64 hectáreas.  lo que representa aproximadamente el 22. 5 por ciento de la región Montaña de Guerrero ubicado en la región hidrológica 20 (Costa Chica-Río Verde).
Actualmente dicha delimitación abarcaría a 274 comunidades de 14 núcleos agrarios que pertenecen a los municipios de Atlamajalcingo del Monte, Cochoapa el Grande, Iliatenco, Malinaltepec, Metlatónoc, y San Luis Acatlán.
Dentro de esa fragmento, existen varios ecosistemas no alterados significativamente por la acción humana, habitan distintas especies de la biodiversidad nacional que según Taurino Hernández, requieren ser protegidos y manejados así como   restaurados en zonas aledañas con asentamientos humanos, cuyos propietarios son ejidos y comunidades de la región pertenecientes a los pueblos me´phaa y ñuu savi.
Los ecosistemas mejor conservados son 61 mil 550 hectáreas de bosque pino-encino, 14 mil 721 hectáreas de pino, 3 mil 745 de bosque de encino y mil 390 de bosque mesófilo de montaña.
Por su valor de conservación la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) la considera de alta riqueza específica y endemismo, de acuerdo a un estudio preliminar de flora y fauna, se encuentran en la NOM-059-Semarnat-2010; 5 plantas, 7 anfibios 4 reptiles 20 aves y 3 mamíferos.

Hay tres reservas en la entidad

Las Reservas de la Biosfera son zonas designadas, en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biósfera (MAB) de la UNESCO, para que sirvan de lugares de experimentación de diferentes métodos encaminados a integrar la conservación de la diversidad biológica y la gestión de los recursos terrestres, de agua dulce y marinos, léase desarrollo sostenible.
El año pasado, en una reunión del Consejo del MAB seleccionaron 13 nuevas reservas de biosfera. Por ejemplo,  Etiopía y Zimbabwe lograron inscribir por primera vez reservas en la Red Mundial, mientras que Reino Unido y Suecia decidieron retirar dos de sus reservas al no cumplir criterios fijados anteriormente.
De México, se agregaron las denominadas Nahá Metzabok en la parte septentrional del mayor bosque tropical del país; La Selva Lacandona, otro llamado Los Volcanes, que abarca al Popocatépetl, volcán en activo e Islas Marías, donde existe una colonia penal federal.
En Guerrero, las reservas federales están los parques nacionales de: las Grutas de Cacahuamilpa, El Veladero en Acapulco y el parque Juan N. Álvarez en Chilapa, pero este último será desincorporado por un aparente abandono y deterioro.
En cuanto a la categoría de santuarios para la conservación de la tortuga está el de Tierra Colorada frente a Cuajinicuilapa y el de Tlacoyunke.

Políticas de estado, los decretos de reservas de biósfera

En entrevista en las instalaciones de la Conanp que resguardó por varios años el programa de Manejo Integrado de Ecosistemas (MIE) del Programa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Taurino Hernández recuerda el trabajo de 11 años en la región, y luego detalló que se revisó en la universidad intercultural ubicada en La Ciénega, un acuerdo de sensibilización sobre problemas ambientales.
También dijo percatarse de que la UIEG, bajo representación de Aréstegui, se siente convencida de la necesidad de frenar el deterioro ambiental viendo como responsabilidad institucional el ofrecer información fidedigna acerca del tema de la Reserva de la Biósfera.
Luego de refutar “rumores descabellados” sobre el tema aunque no precisó de quién, Taurino Hernández precisó que no hay nada oculto en el proyecto de la reserva además de citar acuerdos internacionales existentes en la ONU para que cualquier decisión que implique regiones indígenas, se ejecutará una amplia campaña de información clara a la comunidad o a las autoridades para que tengan una decisión informada.
Es así que la Semaren, entregará una opinión técnica a la Conanp que sería la instancia que solicite el decreto federal el cual se elabora en común acuerdo con el gobierno del estado, “claro que no los dejaremos solos en el trabajo, la Conanp es coadyuvante hay responsabilidad compartida con al Semaren”, detalló Hernández Moreno.
La Conanp, lleva 11 años en La Montaña en los cuales ha logrado junto con campesinos, la designación de 21 áreas de conservación voluntaria en distintos municpios como Alpoyeca, Iliatenco, sin embargo, de concretarse la reserva de biósfera, los recursos destinados a ésta comisión se enfocarían sólo en la antes mencionada
Al preguntarle si afecta o no el cambio de gobierno o si había prisa por que se concretara la idea, Taurino Hernández aseguró que se trata de una política de estado que no tiene conclusión con el cambio de gobierno, “no hay fecha, lo importante es que sea un proceso de información lo más amplio y consensado posible”.
La Reserva de la Biósfera, en teoría es lo contrario al proceso devastador de la minería a cielo abierto, ya que promueve la sustentabilidad de los árboles, corriente de agua, la fauna y flora así como costumbres y prácticas de la población.
En México, existen 180 áreas protegidas declaradas en todo el país, “13 por ciento del territorio es un área resguardada de depredadores ambientales o gente que quema bosques, vendé especies en peligro o envenena los ríos”, afirmó Hernández Moreno.
El decreto de la Reserva de la Biósfera, si bien no modifica la tenencia de la tierra y sí exige una mayor regulación del aprovechamiento como por ejemplo el que haya quien marque los árboles adecuados para cortar y los que aún no están maduros, en sus estatutos existen diversas cuestiones que podrían excluir la decisión directa de los pobladores.
Taurino Hernández insistió en ratificar que una reserva permite una convivencia de las poblaciones con actividades productivas y no significa una privatización porque “esto sería si el estado se deshiciera de esas áreas pero las está incorporando a su interés”, mencionó.
En otra entrevista previa, el funcionario dijo que tanto universidades locales como núcleos agrarios tienen una responsabilidad de su región, ¿cómo van a parar la deforestación y la pérdida de  biodiversidad? asegurando que alguien debería responder ante estas cuestiones que están ocurriendo.
Indicó que  para “un lugar que tiene una riqueza de biodiversidad  y cultural sui generis no se puede posponer  la creación de un mecanismo de  protección a La Montaña, es tergiversado que se hable sólo de la pobreza cuando se oculta las potencialidades de la región como proyectos ecoturísticos como el caso de Iliatenco, agroecosistemas de café, huertos sustentables de miel, la necesidad de  restauración de suelos, estanques naturales ollas de agua…”
La Montaña Alta, recarga acuíferos que llegan hasta Acapulco o Marquelia.