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Continúa tomado el Ayuntamiento de Iguala; advierten que no se irán hasta recibir el fertilizante

Ayer fue el segundo día que los campesinos mantuvieron tomado el palacio municipal de Iguala porque la administración municipal que encabeza el alcalde priista, Raúl Tovar Tavera no les ha entregado 227 toneladas de fertilizante.
Cientos de campesinos con sus familias, precaristas de la colonia Diez de Mayo ayer regresaron a las 8 de la mañana a la entrada del ayuntamiento para bloquear sus accesos.
Los manifestantes se fueron apropiando de la banqueta de la avenida Guerrero. Sus hijos más pequeños jugaban entre las pancartas y se abrían paso entre los empleados municipales que llegaron a las 9 de la mañana pensando que este martes el las oficinas estarían abiertas.
A los empleados que llegaron a la banqueta del Palacio Municipal funcionarios de la Dirección de Recursos Humanos les dijeron que podrían irse a sus casas porque no habría actividades, otra vez.
Los campesinos identificaron el anuncio que a los trabajadores como un signo de que sería otro día en el que tampoco serían instaladas mesas de diálogo para avanzar en la resolución del conflicto.
Entonces fue colocado un tractor, emblema de la lucha de los campesinos en muchas partes del mundo, en la esquina de la Calle Miguel Hidalgo y Vicente Guerrero.
El tractor, de modelo antiguo sólo logró obstruir el paso a los vehículos, y dejó un espacio para que pasaran motonetas, una de las alternativas de transporte más populares en la ciudad.
“No nos vamos a mover de aquí hasta que el presidente (Raúl Tovar) nos entregue el fertilizante, no es justo nosotros ya pagamos el fertilizante y él nos lo tiene que entregar”, mencionó el comisario ejidal, Marco Antonio Bustamante Nájera en una de las muchas entrevistas que le hicieron los reporteros ayer.
Desde la banqueta de la Plaza de las Tres Garantías se podía observar la protesta, pero también a una brigada de hombres trabajando a marchas forzadas en los últimos detalles para la inauguración de las Fuentes Danzarinas, cuyo costo aproximado fue 8 millones de pesos, de acuerdo a fuentes del gobierno municipal.
Ahí Bustamante Nájera recordó que ayer fue hostigado telefónicamente por el alcalde, quien le dijo que si no disolvía las protestas en su contra lo “iba a meter a la cárcel por que él estaba en su derecho y tenía que cuidar los intereses del pueblo”.
Esta fue probablemente una de las últimas protestas contra el alcalde porque en unos días habrá de entregar la administración municipal al empresario José Luis Abarca Velázquez. No hubo ningún funcionario que intentara establecer un diálogo con los inconformes.
El comisario recordó que desde el lunes sólo han tenido comunicación con dos funcionarios: lunes, 8:35 de la mañana con el secretario particular del alcalde, Leopoldo Arroyo, quien “no nos dijo mucho, no nos dijo nada”. Y a las 9:15 con Raúl Tovar quien le dijo que lo iba a encarcelar si no levantaba la protesta.  (Fernando Hernández / Iguala).

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