Inconforma a transeúntes la invasión de ambulantes en calles del centro

Yee Trujillo

Desde las primeras horas del día, decenas de vendedores ambulantes y semifijos llegan con todo tipo de mercancía para colocarse en la mayor parte de las banquetas del centro y del Zócalo, obstruyendo el paso de peatones y causando una mala imagen al puerto.
En el centro, en el acceso al Zócalo por la calle Jesús Carranza, más de 150 metros de banqueta se encuentran obstruidos por vendedores de ropa, bolsas, lentes, discos piratas o pronósticos, mientras que el Zócalo se encuentra invadido no sólo por vendedores de artesanías, sino también de puestos de piratería, ropa interior, esquites y plátanos fritos.
En un recorrido por la calle Juan R. Escudero se observó que decenas de vendedores semifijos saturan las banquetas con puestos de jitomates, chilate, ropa, calzado, teléfonos celulares, entre las calles Hermenegildo Galeana y Francisco Javier Mina, así como en el cruce de la calle Aquiles Serdán y calzada Pie de la Cuesta, entre la vía rápida y la calle Humboldt.
Muchos de los comerciantes fijos han invadido también banquetas y aceras colocando sus productos afuera de los locales o apartando espacios de estacionamiento, lo cual puede constatarse diariamente en el tianguis ubicado frente a la parada de camiones conocida como El Vaquero Norteño.
Al respecto, la señora Laura Juárez Carbajal consideró que esto es un problema que crece diariamente y representa una pésima imagen para los turistas que visitan el centro.
“Está mal porque uno de por sí viene con el miedo de los carros y quiere pasar por la banqueta y todo está lleno, se tiene uno que bajar y pues nos pueden atropellar los camiones”, dijo al ser entrevistada frente a la tienda Woolworth, cuya acera se encuentra llena de vendedores de joyería, pan, verduras, y accesorios para celulares.
Otra transeúnte, Selene Mejía Jacinto, indicó que el gobierno municipal debería reubicar a los ambulantes porque molestan a las personas que transitan por el centro; “A veces lo entendemos porque tienen necesidad pero pues sí se ve mal”.
Los entrevistados pidieron que las autoridades “realmente hagan su trabajo”, que retiren o reubiquen en otro lugar a los vendedores, porque diariamente observan a nuevos obstruyendo su paso.
En los primeros días de abril, los gerentes y encargados de los negocios del centro pidieron que la Dirección de Vía Pública ordenara a estos vendedores porque afectan sus ventas y la visibilidad de sus aparadores, pero hasta ayer la dependencia no había hecho caso a la queja.