Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone *

Chilpancingo, año 2020

 

 

Ayer soñé con una pesadilla del futuro: Chilpancingo sin agua. ¡Vaya novedad! Mi hijo acababa de cumplir los 40, pero su apariencia denotaba al menos 55. Por la resequedad de la piel una joven de 20 años lucía como de 35. La ciudadanía tenía serios problemas renales, gastrointestinales y dermatológicos por beber muy poca agua.

Hace 10 años todo era muy diferente. Había árboles en los parques de esta ciudad, las casas tenían jardines y uno podía disfrutar de un baño de regadera con agua pesada hasta por 10 minutos. En mi pesadilla, todos usaban toallas empapadas en aceite mineral para limpiarse la piel cada dos días; antes, todas las mujeres lucían su hermosa cabellera, ahora se afeitan la cabeza para poder mantenerla limpia sin agua; ya no se lavan los coches por prohibición expresa de las autoridades, los niños no saben para que sirve una manguera de agua.

También vi que había muchos anuncios que decían “cuida el agua” Estaban en todas partes, pero nadie los tomaba en cuenta… siempre se pensó que el agua jamás faltaría. Más en el sueño vi que todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos estaban irreversiblemente contaminados o agotados; la cantidad de agua indicada como ideal eran ocho vasos al día por persona adulta, en mi sueño solo se podía beber medio vaso.

Contemplé que la ropa era desechable, con lo que la cantidad de basura y los rellenos sanitarios quedaron desbordados. Construyeron de nuevo letrinas secas, como en el siglo pasado. Prácticamente vivían en condiciones semidesérticas por falta de agua.

Al principio la traían de muy lejos por re-bombeos, pero fue insuficiente para todos los habitantes. Era muy costosa y solo los ricos podían pagarla. Tener agua de garrafón era realmente un lujo. La gente de pocos recursos tomaba agua contaminada, cuando la tomaba. La red de distribución urbana del agua estaba taponeada, de tanto sarro acumulado. ¡Oh ironía! los cobros de agua seguían llegando a las casas, cuando no hay ni gota de ella.

Los centros comerciales y los mercados estaban cerrando, Chilpancingo languidecía y moría de sed. Había desempleo crónico. En los centros escolares existía ausentismo grave. En unos de los pocos lugares para trabajar, dentro de la burocracia estatal, los empleados preferían recibir agua embotellada en vez de salario en efectivo.

Los asaltos estaban al orden del día, con el único propósito de apoderarse de cualquier aljibe con agua. La tasa de mortalidad entre niños y ancianos era enorme a causa de la carencia aguda del vital líquido. Muchas familias quedaban truncas: morían o emigraban. El segundo piso (para cremados) del panteón municipal ya estaba colmado.

La comida era 80 por ciento rápida, por sintética. El oxígeno respirable también se había degradado por falta de árboles. El aire, permanentemente enrarecido estaba. El calor, sofocante. La gente se concentraba en zonas dotadas de gigantescos ventiladores mecánicos que funcionaban con energía solar; no de buena calidad pero el aire era todavía respirable. En algunas partes altas de la ciudad todavía existían algunas manchas de vegetación que eran fuertemente custodiadas por el Ejército.

De tiempo atrás, se había advertido de cuidar mucho el medio ambiente, de proteger el bosque para que propiciara la lluvia, las flores, lo agradable del clima, lo saludable de la gente, con agua a su disposición permanente.

Desperté angustiado, preguntándome, ¿Por qué se acabó el agua? Entonces, sentí un nudo en la garganta, no pude dejar de sentirme culpable de pertenecer a la generación del derroche: gota a gota, el agua se agota y no quisimos tomarlo en serio. Los hijos de nuestros hijos pagarán un alto precio. Ya lo vi en sueños.

 

PD1. Por el desempeño que tuvieron, no es novedad que dejen el ayuntamiento de Acapulco en quiebra y los servicios públicos colapsados; como tampoco será novedad que no les apliquen las responsabilidades de rigor.

PD2. Mientras la directiva estatal del PRI se mueve y defiende el triunfo de su candidato, la del PRD ni se inmuta para la defensa del suyo, ¡Porque todavía no tiene instrucciones por escrito de sus superiores! Malagradecidos y convenencieros que son algunos.

PD3. Primero con Laura del Rocío Herrera y después con Ángel Aguirre, la violentada región de Tierra Caliente constató que no está abandonada de la mano del gobierno.

 

*El autor es asesor del gobernador del estado

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