Adiós al futbol de España; cae 0-1 ante Honduras y es la primera gran sorpresa

DPA

Londres/Newcastle

Llegó a los Juegos de Londres 2012 con el oro como objetivo y la medalla como consuelo, pero la selección española de futbol se despidió ayer prematura y sorpresivamente al perder por 1-0 ante Honduras.
La presea en futbol entraba en las cuentas de todos los analistas españoles, pero la falta de puntería rompió el sueño de los jugadores por reeditar el oro de los Juegos de Barcelona 1992.
“Sí, es posible que la presión influyera”, lamentó el seleccionador español, Luis Milla. “Pero todos son futbolistas que juegan al máximo nivel”.
Después de sumar una plata en Sydney 2000 y de no participar ni en Atenas 2004 ni en Pekín 2008, España llegó a Londres con un plantel formado básicamente por los campeones de Europa sub 21 y el refuerzo de tres campeones de la Eurocopa 2012 (Jordi Alba, Juan Mata y Javi Martínez).
Pero tras caer derrotada ante Japón en la primera jornada y ayer contra Honduras, la selección española quedó última del Grupo D, con cero puntos, sin goles y sin opciones de avanzar a cuartos. Japón suma seis unidades, los hondureños cuatro y Marruecos una.
España vive en un auténtico éxtasis futbolístico desde hace cuatro años, cuando su selección absoluta ganó la Eurocopa de Austria y Suiza 2008. Desde entonces, el equipo mayor encadenó el Mundial de Sudáfrica y la Eurocopa de Polonia/Ucrania, algo inédito en el futbol.
En 2011, la mayoría de los jugadores que cayeron ayer ante Honduras se proclamaron campeones europeos sub 21 en Dinamarca. Y este año, poco antes de los Juegos, el equipo sub 19 levantó también el título continental en Estonia.
En ese clima de euforia, nadie esperaba la debacle de ayer en la subsede de Newcastle, en el estadio de St. James’ Park. Jerry Bengston, que con el de ayer suma tres goles en Londres 2012, fue el verdugo de los españoles al anotar de cabeza a los seis minutos el único gol del encuentro.
La Roja buscó, remató y no descansó en los últimos 25 minutos ante Honduras. Pero cuando no se topaba con el poste y el balón parecía que iba a acabar en las redes, aparecían las manos de un imbatible José Mendoza, arquero hondureño.
Una expulsión en la primera parte del encuentro ante Japón sirvió como base para justificar la derrota por 1-0 en la primera fecha. Sin embargo, el juego de toque que define el estilo de España no apareció ante los nipones.
Tampoco lo hizo ayer ante Honduras hasta el segundo tiempo. Y cuando surgió, los palos y el portero hondureño reescribieron el destino de España, país sinónimo de éxito en los últimos años.
El campeón de todo quería redondear con un oro olímpico su reinado en los últimos cuatro años. La misión no era para los que conquistaron Mundial y Eurocopas, sino para los que en un futuro deberán defender el estatus conseguido por sus mayores (en los Juegos sólo compiten equipos sub 23 con un refuerzo máximo de tres jugadores mayores).
España deja así el camino libre para Brasil, ahora único favorito para lograr el último título que falta en su palmarés.