No tiene Aguirre “elementos suficientes” para apoyar que haya presidente interino

Karina Contreras

El gobernador Ángel Aguirre Rivero no respaldó a Andrés Manuel López Obrador en su demanda por nombrar un presidente de la República interino, con el argumento de que no tenía “los elementos suficientes” para opinar al respecto.

En declaraciones en Acapulco al término del festejo por el Día del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación, a pregunta expresa sobre la exigencia de quien fuera candidato presidencial de su partido, Aguirre Rivero dijo no podía fijar una postura, porque apenas se reunirá el jueves con la dirigencia nacional del PRD para ponerse al tanto del movimiento poselectoral.

Aguirre Rivero respondió brevemente a la pregunta de la postura que ha tomado López Obrador, quien pide que se invalide la elección presidencial cuyas cifras oficiales dan por ganador al priista Enrique Peña Nieto, y que se designe un presidente interino, a lo que respondió: “No tengo los elementos suficientes, porque no conozco de cerca cuál ha sido el desarrollo que se ha seguido en ese procedimiento”.

Agregó que de hecho el próximo jueves estará con la dirigencia nacional de su partido “para hacer acopio de esa información, para poder dar un punto de vista”. Se le preguntó si creía factible esa demanda que ha hecho el ex candidato presidencial, y nuevamente de manera breve respondió: “Primero necesito saber la información”.

Apenas el lunes 17 Aguirre Rivero reveló que ya había tenido una plática vía telefónica con Peña Nieto, dijo que ésta había sido en “muy buenos términos” y que fue supuestamente el priista quien lo llamó y él respondió por cortesía, pero que está apoyando la lucha de López Obrador.

La revelación de Aguirre Rivero se dio en medio de la impugnación que presentó ante el Tribunal Electoral del Podere Judicial de la Federación (Trife) la coalición Movimiento Progresista, para que declare inválida la elección presidencial. También al gobernador ex priísta, quien fue postulado por el PRD, se le señaló como uno de los mandatarios estatales afines a Peña Nieto que firmaron contratos millonarios con la tienda Soriana, acusada por los partidos que postularon a López Obrador de ser cómplice de la presunta compra de votos que realizó el PRI a través de tarjetas electrónicas.