Arrecia la oposición al interior del PAN contra el presidente Calderón

Itxaro Arteta / Agencia Reforma

Ciudad de México

Contrario a la idea que ha impulsado el presidente Felipe Calderón de realizar la Asamblea Nacional que reforme los estatutos del partido antes del 1 de diciembre, buena parte de los panistas se inclina por no apresurarse.
Previo a las elecciones del 1 de julio, la dirigencia nacional convocó a Consejo Nacional el 11 de agosto para discutir el resultado de las elecciones; tras la derrota en éstas, se propuso llamar a Asamblea extraordinaria para una revisión general del partido y sus documentos básicos, pero la fecha será fijada en el Consejo.
Ahí empezó una carrera entre Calderón y el presidente albiazul, Gustavo Madero, para sumar apoyos de los consejeros nacionales a sus propuestas. Dado que ambos buscan revisar aspectos como la selección de candidaturas, las dirigencias estatales y la militancia, panistas consultados consideran que la principal diferencia es la premura para hacer los cambios.
Para algunos, Calderón ha sido más claro con una propuesta de 5 puntos delineada en una carta de ex presidentes del partido, y Madero les parece más disperso en discurso; pero otros lo interpretan como que el presidente convoca a las reuniones sólo para pedir respaldo y trata de imponer la fecha de Asamblea todavía durante su gestión, mientras el dirigente nacional está más receptivo a escuchar las aportaciones de los militantes.
El senador Rubén Camarillo, uno de los que busca la coordinación de los próximos diputados, es de los que critica la postura que ha tenido Calderón, aunque no acudió a la reunión que tuvo el jueves el mandatario con consejeros de Aguascalientes, de donde es originario.
“De las reuniones de consejeros que ha estado teniendo, yo lo que he recogido de varios de ellos es que dicen que están muy bien esas reuniones, pero que ojalá hubieran sido hace seis o siete meses”, señaló consultado vía telefónica.
Dijo que si bien Calderón se comportó como un jefe de Estado sin intervenir en el proceso electoral, a diferencia de lo que hicieron los gobernadores priistas, tampoco puede desde su puesto tratar de refundar al partido, por lo que coincide con él como Presidente pero no como militante.
“Sería profundamente inoperante pretender hacerla antes del 30 de noviembre. Una Asamblea Nacional extraordinaria del Partido Acción Nacional no puede, no debe jugar con tiempos de un sexenio que está por terminar, por supuesto que no. Yo creo que se tiene que entregar el gobierno, porque lo perdimos, y después dedicarnos al tema del partido. Tratar de someter este proceso de deliberación profunda a los tiempos de un gobierno perdido, francamente me parece inoperante”, expresó.
Otros personajes que prefirieron no ser citados, incluso afines al calderonismo, señalaron que la Asamblea podría hacerse en un punto intermedio entre estos meses y mayo de 2013, cuando sería la ordinaria: esto porque el diagnóstico y propuesta llevan tiempo, además de que discutirán temas diferentes y sería demasiado complejo.
Presidentes de los Consejos Estatales elaboraron también un documento que presentarán ante el Consejo Nacional el 11 de agosto y que pide no apresurar la reforma estatutaria sin haber escuchado antes la opinión hasta de las estructuras municipales.
“Se trata de compartir ideas, no de combatir ideas, nombres u hombres”, aclaró Juan Manuel Oliva, quien ha reunido a los dirigentes locales y está recorriendo los estados donde habrá elecciones el próximo año.
Advirtió que ésta no será la única expresión que se sume, pues hay muchos actores preocupados porque la Asamblea sea democrática, incluyente y constructiva, para lo cual hace falta tiempo suficiente y no prisa.
“Las voces de todos importan y en este caso los presidentes de los comités directivos estatales tienen una visión donde el objetivo es un objetivo federalista, disgregar el poder y ver en los estatales un eslabón, una bisagra de conciliación entre la dirigencia nacional y las municipales”, explicó el secretario general adjunto de elecciones.