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Despiden con guardia de honor al comandante de la Preventiva asesinado en Zihuatanejo

Brenda Escobar

Zihuatanejo

El comandante de la Policía Preventiva Municipal de Zihuatanejo, Rafael López Vargas, que fue asesinado a balazos el jueves por la tarde en un taller mecánico durante su día de descanso, fue despedido este viernes con una guardia de honor y último pase de lista en las instalaciones de la dirección municipal de Seguridad Pública.
Con López, van cuando menos 13 policías preventivos que han sido asesinados y/o desaparecidos de manera violenta en los últimos siete años.
Ayer, poco después del mediodía, luego de una misa de cuerpo presente en la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, en el centro de la ciudad, el féretro con los restos del finado comandante fue llevado a Seguridad Pública municipal donde ya lo esperaba una guardia de honor montada por sus compañeros.
Ahí estaban sus amigos y familiares, quienes durante los pocos minutos que duró la guardia y el último pase de lista no reprimieron su dolor expresado a llanto abierto por la pérdida de su familiar.
Fue el coordinador de Seguridad Pública, Pedro Salinas Solache, quien hizo uso de la palabra para manifestar que los encargados de dar seguridad pública tienen un destino incierto al hacer esta labor, pues “cada día al llegar a nuestro trabajo no sabemos qué espera de nuestra vida, no sabemos qué nos tenga preparado el destino; estamos aquí para despedir al compañero, al amigo”.
Enseguida, hizo el último pase de lista: “¡Rafael López Vargas!”, a lo que los miembros de esta corporación policiaca gritaron a una sola voz, “¡presente!”.
Luego, el cortejo fúnebre, en medio del sonido de las sirenas de las patrullas, se dirigió al panteón municipal de esta ciudad para darle sepultura al infortunado comandante.
El recuento de policías municipales caídos

Fue a partir del 2002 cuando en la región Costa Grande y en el municipio de Zihuatanejo se empezó a sentir el clima de inseguridad y de violencia que impera no sólo en Guerrero, sino en la mayoría del país.
Los policías municipales de Zihuatanejo no han estado exentos de los ataques por parte de los grupos de la delincuencia organizada.
En el 2006, el comandante Isidro Rangel Pérez fue emboscado y asesinado a balazos cuando junto con otro policía –que resultó herido–, circulaban por la avenida escénica La Majahua, en esta ciudad.
También en ese año desapareció el policía raso Saúl Lorenzo Villanueva cuando salió de su casa y se dirigía a presentarse a trabajar; en aquél entonces, según testigos, el uniformado esperaba el transporte público cuando fue detenido por hombres armados que con violencia lo subieron a un vehículo en el que huyeron.
En ese mismo año, el policía raso Bertoldo Roque Becerril murió cuando hombres armados atacaron a balazos el ahora cerrado módulo de inspección y vigilancia número cinco, ubicado en la zona oriente de esta ciudad.
Dos años después, en el 2008, el policía Noé Valeriano Cabañas fue asesinado a un costado de su domicilio particular en la comunidad San Miguelito, en este municipio, cuando se encontraba franco, es decir, cuando disfrutaba de su día de descanso.
El 2009 ha sido el año más negro para los policías municipales.
En febrero de ese año, cuatro policías murieron calcinados al explotar la patrulla en la que viajaban por la carretera nacional Zihuatanejo-Acapulco, en el entronque a la comunidad San Miguelito; según se supo en aquél entonces, hombres armados les dispararon desde una de las laterales de esa vía.
Ahí murió el comandante Mateo Gutiérrez Véjar junto con los policías Adrián Martínez Zarco; Virginio Agustiniano Flores; y Gregorio Villafuerte Hernández.
Meses después, el policía José Ángel Jaimes Tapia, fue asesinado a balazos cerca de su domicilio en la comunidad Palos Blancos, en el municipio de Petatlán cuando se dirigía a Zihuatanejo a presentarse a su turno de trabajo.
Asimismo, hombres armados llegaron a la casa del policía José de Jesús Roque Beltrán, ubicada en la ciudad Petatlán, y lo mataron.
Aunque no murió derivado de una agresión relacionada con la delincuencia organizada, también en ese mismo año, el policía Cristino Luna Roque, fue degollado por un hombre que amenazaba a los clientes de un mercado del centro de esta ciudad; el policía intentaba detenerlo.
Un año después, en octubre de 2010, el comandante Jorge Luis García de los Santos, fue privado de su libertad por hombres armados cuando salió de su turno de trabajo y se dirigía a su domicilio en la comunidad Los Almendros, en este municipio.
En este 2012, hace cuatro meses, de igual forma, el comandante Pablo Arizmendi Vargas, también fue privado de su libertad por hombres armados que lo sacaron de su casa en la colonia irregular Jorge Allec, ubicada en la parte alta de uno de los cerros del anfiteatro de la ciudad.
Y el jueves de esta semana que concluye, el comandante Rafael López Vargas, fue asesinado de seis disparos cuando se encontraba de descanso y había acudido a un taller de hojalatería para preguntar por el avance del trabajo que le hacían a su camioneta; ahí –según testigos–, llegaron dos hombres armados y le dispararon.

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