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El veterano atleta dominicaco Félix Sánchez reconquista el oro en los 400m con obstáculos

DPA

Londres

El veterano atleta dominicano Félix Sánchez lloró ayer como un niño tras reconquistar el oro olímpico en los 400 metros vallas, mientras que la reina de la pértiga, la rusa Yelena Isinbayeva, bailó y sonrió pese a tener que contentarse con un bronce en su despedida de los Juegos.
Dos veces campeón del mundo, Sánchez, de 34 años, no sólo repitió la misma posición que logró en Atenas 2004, sino también el mismo tiempo, 47.63 segundos.
El deseo de Isinbayeva de conquistar un tercer oro antes de su retiro en 2013 quedó frustrado por la estadounidense Jennifer Suhr y la cubana Yarisley Silva.
El “teenager” Kirani James ganó los 400 metros de forma dominante para lograr la primera medalla para la isla caribeña de Granada, la rusa Yuliya Zaripova se impuso en los 3.000 metros obstáculos y la bielorrusa Nadzeya Ostapchuck se llevó el oro en lanzamiento de peso.
Sánchez dejó atrás a todos sus rivales desde casi la primera valla y se impuso con una mejor marca personal de la temporada de 47.63 segundos.
Después, las lágrimas brotaron sin pausa durante la ceremonia de premiación, en la que tuvo a un lado al estadounidense Michael Tinsley (plata con 47.91) y al puertorriqueño Javier Culson (bronce con 48.10).
“Nadie esperaba esto. Mucha gente decía que debía retirarme, pero yo perseveré”, advirtió Sánchez, que corrió con una foto de su abuela, que murió el mismo día que tenía que competir en Pekín 2008 -donde quedó eliminado en primera ronda- bajo el dorsal.
“Sólo quería que estuviera orgullosa, así que puse su nombre en mis zapatillas”, explicó. “Cuando en el podio comenzó a llover, sentí que era mi abuela que estaba llorando”.
James hizo su primer tiempo por debajo de 44 segundos (43.94) para imponerse en la primera carrera olímpica de 400 metros lisos sin contendientes de Estados Unidos.
El dominicano Luguelín Santos, de 19 años, se llevó la plata (44.46), mientras que el triniteño Lalonde Gordon se quedó el bronce (44.52).
Isinbayeva marcó 28 récords en su ilustre carrera y fue dos veces campeona olímpica y mundial, pero ha perdido su hegemonía en la pértiga (garrocha) en los últimos años, por lo que su bronce ayer no fue realmente una sorpresa.
Su posible heredera, Suhr, se llevó la victoria con unos modestos 4.75 metros, en una noche fresca en el repleto Estadio Olímpico de Londres. La misma altura superó la medallista de plata, la cubana Silva. Isinbayeva se quedó en 4.70, lo que son 26 centímetros menos que su récord del mundo.
En los 3.000 obstáculos, la campeona del mundo, Zapirova, se llevó el oro con el tercer mejor tiempo en la historia de la prueba (9:06.72 minutos). La plata fue para la tunecina Habiba Ghribi y el bronce para la etíope Sofia Assefa. La campeona olímpica y plusmarquista mundial, Gulnara Galkina, se retiró durante la prueba.
Hoy es de nuevo el turno del jamaiquino Usain Bolt, que ayer pasó brevemente por el estadio para recibir el oro de los 100 metros que ganó el domingo. Su obsesión por repetir su hazaña de Pekín, donde ganó todos los sprints, continúa mañana con la primera ronda de los 200 metros.

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